La Comisión de la Mujer y la Familia del Congreso dice en su presentación en su página Web que: “Nuestro objetivo es contribuir a la calidad de vida de la familia peruana, en especial de los niños, adolescentes y personas adultas mayores, así como de las mujeres que están en riesgo de vulnerabilidad”. (1) Pese a ello, acaba de emitir un dictamen según el cual los derechos del concebido están por encima de los derechos de la mujer que lleva dentro el concebido, aunque ella esté en extremo vulnerable. En la propuesta del dictamen aprobado para el nuevo Código de los niños, niñas y adolescentes, se declara que “el concebido es sujeto de derecho para todo cuanto le favorece y goza de protección especial y privilegiada” (Art. IV), y que “cuando existen conflictos entre los derechos de los intereses de los niños, niñas y adolescentes y otros derechos e intereses igualmente legítimos, prevalecerán los primeros” (Art. VII). (2)
Las mujeres serían por tanto depósitos o recipientes cuyos derechos se restringen en beneficio de alguien que aún no nace, e incluso por encima de su propia vida. Se elimina de esta forma la posibilidad de acceder a un aborto terapéutico que es ley en el país desde 1924, y que debido a las permanentes presiones de los grupos religiosos no ha sido reglamentado y ha significado que miles de mujeres se vean expuestas a morir o a un largo período de sufrimiento, pues no han podido acceder a un aborto seguro, como fue el caso de LC (3), embarazada producto de una violación a sus trece años, quien además había sido sujeta a constantes abusos sexuales. A ella se le diagnosticó una lesión grave en la columna vertebral, que se produjo por el intento de suicidio cuando supo de su embarazo y que la ponía en riesgo de sufrir una discapacidad de forma permanente, por lo que se recomendó que se la opere. Ella pidió un aborto para que se pueda realizar la operación, lo cual se le negó, iniciándose un largo período de sufrimiento, pues la operación recién fue realizada cuando ella perdió el embarazo. El hecho de que se haya tardado tanto resultó en que LC quedara tetrapléjica para toda la vida. El Comité para la eliminación de la discriminación contra la mujer (CEDAW) sancionó al Estado peruano por este caso y ha dictaminado que garantice a LC condiciones de vida dignas, responsabilizándolo de haberle negado este derecho, sobre todo considerando lo que había tenido que vivir y sufrir, y solicitándole nuevamente que establezca los mecanismos necesarios para que las mujeres no tengan que vivir estos sufrimientos. Decimos nuevamente porque este no fue el único caso, pues anteriormente una mujer peruana, identificada como KL, pasó el mismo vía crucis que Beatriz, la chica del Salvador a la que se le impidió abortar pese al riesgo que corría su vida ya que llevaba en el vientre un feto sin cerebro, porque la Constitución de su país no admite ningún tipo de aborto. Aquí, como hemos visto, aunque se supone que está legislado el aborto terapéutico, en la práctica no se cumple. El caso de KL fue llevado por Demus y CLADEM al Comité de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, el cual se pronunció a favor del KL, y constituye el primer caso sobre la negativa al derecho al aborto terapéutico en el sistema internacional de derechos humanos. En su dictamen, el Comité señala que el Estado peruano “tiene la obligación de proporcionar a la autora un recurso efectivo, que incluya una indemnización” y la “obligación de adoptar medidas para evitar que se cometan violaciones semejantes en el futuro”. (4)
El sufrimiento de una mujer que es obligada por quienes dicen defender la vida a llevar en su vientre un feto que morirá o que puede ocasionar la muerte de la misma mujer resulta indescriptible, inimaginable, además de innecesario. Sin embargo, pese a los precedentes que hemos mencionado que obligan al Estado a respetar los derechos de las mujeres, la Comisión de la Mujer y la Familia, integrada por 9 mujeres y 4 hombres, ha emitido este dictamen, que no significa sino un retroceso en el goce de derechos de las mujeres a decidir sobre su vida y su cuerpo. “Estaremos atentos al cumplimiento de la legislación de protección de los derechos de las mujeres, en lo social, económico, trabajo, salud, educación y seguridad ciudadana, para lo cual coordinaremos estrechamente con los sectores pertinentes”, puede leerse en la página de presentación de la Comisión. Es de notar el uso del masculino como genérico universal, como si la mayoría no fueran mujeres, aunque por la insensibilidad que tienen sobre las problemáticas y sufrimientos de miles de mujeres parece que no lo son. Priorizan el ser fieles guardianas del orden de género, el orden constituido, depositarias de los privilegios que tienen los hombres en una sociedad patriarcal, que intenta controlar nuestros cuerpos, nuestra sexualidad, nuestros territorios, una sociedad que nos subordina y restringe derechos.
Tenemos entonces representantes mujeres que nos hablan de la vida cuando representan a un partido que no dudó en esterilizar a miles de mujeres indígenas en contra de su voluntad bajo el supuesto de que violando sus derechos, se acabaría con la pobreza. Mujeres y hombres que hablan en nombre de una religión, aunque no les preocupa que miles de mujeres mueran por causa de abortos clandestinos, ni que estas mujeres sean también jóvenes que iniciaron su vida sexual sin información y que desesperadas buscan una salida. Hombres y mujeres representantes de un poder del Estado, que no han dudado en eximir al Estado de su obligación de educar a los chicos y chicas que cada vez más tempranamente inician su vida sexual desinformados, habiendo dictaminado esta Comisión, que vive fuera de la realidad por decirlo menos, que sean padres y madres quienes impartan educación sexual en sus hogares. Habría que preguntarse si todos los padres y madres están en condiciones de hablar con sus hijos e hijas, si éstos quisieran hablar de cosas tan íntimas con ellos, si tendrán la confianza de hacerlo, sin sentir miedo, vergüenza, pues es cierto que las familias tampoco están preparadas para encarar estos temas abiertamente. Lo único que hará este dictamen será dejar a los chicos y chicas en mayor soledad, en una etapa en que lo que más requieren son oídos y guías para caminar con seguridad en la vida, para cuidar su cuerpo y vivir su sexualidad sanamente.
Para colmo de males, tenemos también que la Comisión de Justicia y Derechos Humanos del Congreso, eliminó la orientación sexual y la identidad de género del dictamen del proyecto de Ley Nº 495, en el cual se planteaba que se tomen medidas más severas a quienes discriminan por estos motivos, pese a que la discriminación por orientación sexual en todas partes, incluyendo en la familia, llega a extremos de violencia e injusticia, sin que las personas LGTB tengan dónde recurrir para que se garanticen sus derechos. Gio Infante, activista del MHOL, dice claramente en su Facebook: “El concebido tiene derechos absolutos. Los pierde únicamente cuando nace mujer, homosexual, indígena y/o pobre.”
Puede verse que en el país hay una avanzada conservadora que quiere arrasar con los derechos de las mujeres, de los indígenas, de la juventud, de la comunidad LGTB y de todo aquello que refleje diferencia, diversidad, democracia al fin de cuentas. Una arremetida de grupos religiosos, que intentan mantener el control de cuerpos, vidas y territorios, sin que exista aún una unidad de acción de los diversos colectivos buscando puntos de encuentro frente a tantos despojos de derechos. Así tenemos, por ejemplo, que mientras recorrían las redes las denuncias y protestas sobre la actuación de las Comisiones del Congreso y también se reiniciaban las protestas contra el proyecto Conga, el líder de Tierra y Libertad en su Twitter denostaba de las declaraciones de diversos colectivos de la sociedad civil sobre los retrocesos que se daban en el Congreso, diciendo: “Muchos derechohumanistas limeños-as más preocupados por educación sexual que por la destrucción de las lagunas”. Como si no fuera todo parte de la misma restricción de derechos, como si una agenda fuera superior a otra, como si la lucha por el derecho a decidir sobre su cuerpo y sobre la vida de cada ser humano no fuera parte también de la misma lucha por las lagunas, por los territorios que se pretende usurpar, de la lucha por las ciudadanías al fin de cuenta, de todas las ciudadanías.
Por Rosa Montalvo Reinoso
Notas
(1) http://www.congreso.gob.pe/comisiones/2012/mujer/presentacion.htm
(2) “Posibles retrocesos en los derechos humanos de las mujeres en la Comisión de la Mujer y la Familia”, Manuela Ramos, 17 de junio del 2013. http://www.manuela.org.pe/posibles-retrocesos-en-los-derechos-humanos-de...
(3) “Caso LC vs Perú - Comité CEDAW”, CLADEM, 27 de enero del 2012.http://www.cladem.org/index.php?option=com_content&view=article&id=1401:...
(4) Comité de Derechos Humanos, Dictamen: Comunicación No 1153/2003, Doc. ONU CCPR/C/85/D/1153/2003, 22 de noviembre de 2005, numeral 8. http://www.ccprcentre.org/wp-content/uploads/2012/12/1153_2003-Peru.pdf