Lo mismo sucede en una pecera donde han colocado un cristal divisorio entre un pez de acuario y un pez Oscar (especie que come peces pequeños entre su alimentación).El pez Oscar intenta pasar al lado de la pecera donde se encuentra su víctima, pero el cristal se lo impide. Chocará varias veces con el cristal hasta que se acostumbra, dejará de intentarlo pues su cerebro aprende que si nada en aquella dirección, chocará irremediablemente contra algo. Al cabo de un tiempo, aunque saquemos el cristal divisorio, ambas especies pueden convivir tranquilas ya que el pez Oscar jamás intentará acercarse a su víctima, bajo la creencia imaginaria de ese cristal divisorio.
Y a tí, qué cristal imaginario, qué techo inexistente te separa de tu objetivo?