Laura SimónÍcaro Think Tank de Novia Salcedo
No cabe duda de que estamos ante un
cambio en el mercado laboral sin precedentes que, si bien en nuestro contexto
local adquiere unas características concretas, compartimos con más regiones de
la aldea global de las que imaginamos. Y es que se ha convertido la
problemática del empleo -en especial su escasez- en uno de los grandes retos de
la Humanidad en el presente siglo.
Afirma el sociólogo alemán Ulrich
Beck que quien asegura tener una receta para garantizar el pleno empleo falta a
la verdad y que estamos a las puertas de su final. Parte de esta realidad
procede de la creciente tecnificación de la economía que nos lleva a la
desaparición de puestos de trabajo. La intuición popular de que la máquina está
sustituyendo a la persona en determinadas profesiones es corroborada por
estudios como el de los autores de la Universidad de Oxford Carl Benedikt Frey
y Michael A. Osborne, que analizan los impactos esperados por la
informatización en los procesos del mercado laboral de los EEUU y calculan que
el 47% de ellos está en riesgo de desaparecer.
Pero no solamente el empleo tiende a ser un bien escaso, también parece que lo serán los salarios. Otro informe reciente, esta vez del Think Tank Resolution Foundation y la London School of Economics titulado "¿Una crisis polarizante?", muestra cómo desde el inicio de la crisis han cre3cido los trabajos de alta cualificación y los que requieren escasa formación, pero han desaparecido con preocupante rapidez los situados en el estrato medio. Sin olvidar la progresiva acumulación de la riqueza por u porcentaje muy pequeño de la población: nos recuerda Intermon - Oxfam que en la actualidad 85 ricos suman tanto dinero como 3.570 millones de pobres del mundo.
En este contexto las necesidades
económicas y productivas se modifican a la velocidad de los flujos de
comunicación del planeta, las y los trabajadores del presente siglo siempre
irán por detrás de las competencias requeridas en el mercado laboral. Lo que
quisiera destacar es que en el mundo que viene el empleo por cuenta ajena
parece convertirse en un bien escaso que pone a las personas en una suerte de
carrera a contrarreloj por hacerse con un puesto de trabajo.
Las personas jóvenes además cuentan
con sus propios problemas añadidos tal como nos menciona la OIT: Desajuste de
competencias técnicas y transversales, falta de experiencia laboral, falta de
acceso a redes y contactos, baja tasa de emprendimiento, deficiencias en los
servicios de intermediación y baja creación de empleo en la economía.
Hasta el momento las organizaciones
que trabajamos para lograr mejores oportunidades para las personas jóvenes en
el mercado laboral nos habíamos centrado en las 5 primeras barreras señaladas,
sin embargo la situación de emergencia social que suponen las altas tasas de
desempleo juvenil nos lleva a explorar nuevas vías para movilizar todos los
puestos de trabajo disponibles que aún ni siquiera han sido visualizados por
las propias empresas.
Así desde el Ícaro Think Tank de NSF se
ha ideado un nuevo programa con un doble objetivo: por una parte movilizar a
jóvenes con capacidades emprendedoras y ponerlas al servicio de las empresas
para que analicen las necesidades de las mismas y puedan proponer proyectos de
mejora que a la larga puedan convertirse en empleos. Por otra parte movilizar a
organizaciones altamente comprometidas con su entorno a acoger a equipos de
jóvenes y dotarles de herramientas para realizar esta tarea.
Es decir, si desde las instituciones
públicas parece claudicarse en el camino del empleo por cuenta ajena y se
promueve el autoempleo como alternativa, tanto que empieza a especularse con
que se convierta en una nueva burbuja, ¿no podríamos intentar destapar estas
oportunidades de emprendimiento desde el corazón de las empresas ya existentes?
No son pocos los beneficios que podríamos encontrar en esta vía.
En cuanto a los beneficios para las
personas jóvenes, por un lado su trabajo estaría tutelado por la empresa que les
acoge en su seno favoreciendo los conocimientos de gestión desde la vivencia
práctica, mejorando su empleabilidad en la propia organización o en futuras
oportunidades laborales. Así mismo el trabajo se realizaría en un equipo
multidisciplinar, mucho menos árido que el emprendimiento en solitario y
favoreciendo el intercambio de conocimiento entre los participantes. Por otra
parte la proximidad a una organización productiva, que a su vez se encuentra en
relación directa con mercado y cliente, ayuda a destapar oportunidades más
sólidas que la generación de ideas emprendedoras en contextos aislados.
Para las empresas el principal
beneficio radicaría en obtener una visión externa a la organización, y por
tanto, unos ojos que pueden destapar oportunidades allí donde la actividad
diaria, para cumplir con los requerimientos del corto plazo que nos marca la
economía actual, no da opción a ver. De esta manera se mejora desde las
necesidades reales de las empresas, para fortalecerlas y hacerlas más
competitivas.
Nos encontramos en la fase de
lanzamiento de este nuevo modelo de creación de empleo buscando organizaciones
y jóvenes interesados en pilotar esta experiencia que creemos puede aportar un
poco de luz en la densa niebla en la que se ha convertido la búsqueda de
empleo. ¿Probamos juntos?.
Laura SimónÍcaro Think Tank de Novia Salcedo
Laura SimónÍcaro Think Tank de Novia Salcedo