“Todas las personas que conozco que han sido felices de verdad, han aprendido a ser útiles a los demás”. Albert Schweitzer
Finalmente abandoné Harvard… grandes oportunidades, una decisión complicada. Aunque fue el gran cambio en mi vida que supuso el repentino cáncer de mi madre lo que me empujó a marchar, sabía de antemano que aquella cultura no era para mí. Mis valores no encajaban con el sistema. Pero necesité tiempo y coraje para reunir la valentía suficiente. Tenía uno de los mejores trabajos en una de las mayores instituciones del mundo. Tenía colegas brillantes, recursos ilimitados, poca gente por encima, un horario flexible, un entorno laboral donde aprender y ninguna preocupación financiera…
No siempre es fácil expresar porqué no saltamos cada mañana de la cama con ganas de ir a trabajar. Yo lo he comprendido a la larga, pero en aquel momento la realidad era demasiado confusa, demasiado desordenada. ¿Cómo no podía ser feliz? Tenía la respuesta delante de mis narices y, sin embargo, era incapaz de verla. Sólo veía lo que quería ver.
Así pues, en verano de 1988, después de haber pasado casi veinte años de mi vida ocupando distintos cargos en una sola institución, cambié mi identidad. De ser el profesor Mark S. Albion de la Harvard Business School pasé a ser Mark Albion.
El primer paso consistió en dejar de hacer lo que me hacía infeliz. Pero el cambio no se produjo hasta que investigué en mi propio interior. ¿A qué quería dedicarme? ¿A algo que me hiciera feliz? Sí. ¿A algo que me llenara? La respuesta era sí, de nuevo. Y después de conseguir que esos sentimientos afloraran a la luz fue cuando pude enfrentarme a los miedos y las dudas habituales: “Una gran idea, Mark, ¿pero cómo te ganarás la vida?”.
Poco después de abandonar Harvard, empecé a darme cuenta de que los directores ejecutivos que solían devolver mis llamadas ya no lo hacían. También acabaron las solicitudes para ofrecer conferencias.
“Nuestras aspiraciones son nuestras posibilidades”. Robert Browning
Todos deberíamos iniciar nuestro viaje preguntándonos qué es lo que valoramos de verdad. Como señaló Deepak Chopra: “Una vida con objetivo es el objetivo de la vida”.
Muchos de nosotros solemos hacer las cosas al revés. Buscamos ciegamente trabajos que nos permitan ganar dinero y obtener el estatus que creemos necesitar, para luego intentar descubrir qué es lo que realmente nos importa en la vida.
En lugar de eso, deberíamos expresar primero nuestra propia verdad y hacerla realidad mediante nuestro trabajo. Como dijo Epicteto hace casi dos mil años: “Primero entérate de quién eres. Luego vístete de acuerdo con ello.” Es una frase que invita tanto a la reflexión como a la acción. Significa desterrar los pretextos, los “debería” y los “tengo que”, para descubrirse a uno mismo mediante la prestación de servicios a los demás… haciendo lo que nos gusta hacer y lo que es bueno, haciendo ese tipo de cosas que hacen nuestros héroes, los grandes referentes que admiramos.
La vida es demasiado corta como para despilfarrarla. Trabaje sólo en aquello que le importe. Gánese la vida con algo que le garantice una vida de entrega y amor. Concédase el derecho de recibir el aplauso de su mundo.
“Esparce la alegría por todas partes”. Ralph Waldo Emerson
“Vivir y ganarse la vida” , Mark Albion.
VN:R_U [1.9.10_1130]