Para quienes vivimos en la región catalana y no gozamos del sueño indepe, el año recién estrenado amenaza con ser, en términos generales, demasiado parecido al anterior. Los golpistas, ahora con la inestimable torpeza-incapacidad-estupidez de D. Plagio Sánchez, intentarán mantener una mínima cohesión interna mientras se reparten la tarta de las múltiples administraciones catalanas y parte de la europea.
Eso si, este año, aderezado todo con una nueva campaña que trasciende las lindes del Estadito. Se trata de desfranquizar España. Como lo leen. Separatistas y socialistas de la mano, una vez más. Primero desterrorizaron a Otegi (recibido por la golpista Carmen Forcadell en el Parlament y compartiendo mesa con la portavoz socialista Idoia Mendía) y ahora toca desfranquizar España.
La creciente desmovilización del poble y las reticencias del sector mas radical de la tribu (ANC, CDR, CUP) han llevado a los líderes del negoci a lanzar la enésima campaña de propaganda, ya saben, el nuevo Ara és l’hora de esa larga lista de momentos definitivos en los que la tribu alcanzaría la gloria. Puesta en escena por el racista Torra aprovechando el discurso oficial de fin de año, anuncia que el 2019 será el año de la sublevación del poble de Catalunya. No me negarán que eso no es reírse en la cara de todos y cada uno de los patriotes del poble català. En fin, más de lo mismo.
Diana Riba, la mujer de preso Raül Romeva, saldrá en segundo puesto (el primero, de facto) en la lista de ERC al parlamento europeo. Como el tiempo se encarga de demostrar, la actual ofensiva independentista tiene más que ver con colocar bien en listas electorales a esposas, esposos, amantes, amantas, queridos, queridas, primos, primas, cuñadas y cuñados de presos y huidos independentistas , que con implementar la Republiqueta catalana. Incluso la ANC va a propugnar listas encabezadas por los suyos.
Continúa la metamorfosis de ERC al independentismo-autonomismo pujolista
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Sin embargo, el primer gran acontecimiento que marcará la agenda política es el juicio a los presos golpistas, tanto por su circunstancia temporal al coincidir con las elecciones municipales, autonómicas y europeas, como por la trascendencia de las sentencias que de él se deriven. Por si es menester, continúa la metamorfosis de la republicana esquerra de Oriol Junqueras (ERC, ese partido tan demócrata y republicano que en 1934 se sublevó contra la República) al independentismo-autonomismo pujolista. Como ven, van desesperados en busca del indulto que parece ya pactado. Mientras tanto, Ernest Maragall se dedica a difundir el Efecto Voxtión en Cataluña.
A pesar de la previsible e inevitable tensión que habremos de soportar, les invito a no desfallecer y crear, como buenos tabarneses, nuestras propias campañas para desblanquear a los golpistas, destorrizar Cataluña, desraholizar TV3, desprocesar La Vanguardia o desrufianizar el Congreso. ¿Se apuntan?
José Simón Gracia @mehuelea
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