Este drama histórico narra la historia de la Reina Victoria de Inglaterra (Emily Blunt), con su temprano ascenso al trono (a los 18 años) y su romance con el Príncipe Alberto (Rupert Friend).
La película comienza siendo un lío de personajes, sobretodo para los que no tenemos a la monarquía inglesa muy dominada. A esto se le suman todos los personajes políticos con intereses en el trono, y que también son una confusión. Pero una vez está claro quién reina y con los apoyos de quién, el lío desaparece. La película se convierte entonces en un drama romántico que tiene a Victoria y Alberto como protagonistas, y en el que los secundarios (esa madre manipuladora, el consejero interesado, las damas de corte) se mantienen a la altura de sus protagonistas.