Destrabar el paraguas de la doble moneda

Publicado el 20 enero 2017 por Grettaespinosa

Destrabar el paraguas de la doble moneda

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Foto tomada de Cubadebate

Lamentablemente en 2016 tampoco logró destrabar la economía cubana el paraguas de la doble moneda.

Pasos se han dado, y resultan tangibles, cuando finalmente podemos pagar con el peso cubano en las tiendas recaudadoras de divisas, por solo citar un ejemplo. Aunque por cierto, en esos centros está instituida la devolución del cambio en dinero libremente convertible, y continúa así la compleja espiral de dos monedas en un mismo bolsillo.

Desde el comienzo de la actualización del modelo económico en Cuba, quedaron explícitas en los lineamientos varias políticas para re-institucionalizar el país y modificar normas jurídicas obsoletas.

Así, por ejemplo, salieron a la luz decretos leyes para la entrega de tierras, la compra-venta de viviendas, de automóviles, se puso en práctica una nueva división política administrativa, se disolvieron ministerios como el del Azúcar, todo en aras de un oxigenar una economía y sociedad necesitadas de mejor desenvolvimiento.

No quedó obviada por supuesto la unificación de la moneda, debido a las lógicas distorsiones que provoca la dualidad tanto para el sector público como para el empresarial.

Sin embargo, hasta hoy no se vislumbra la solución definitiva al asunto, porque aún el país no está en condiciones de migrar completamente al peso cubano.

Lo cierto es que más allá de si existe el respaldo económico o no para la unificación, la dualidad monetaria sigue lastrando la cotidianidad financiera de ciudadanos y entidades.

Ejemplos sobran, y por solo citar uno bien común, la red de comercio minorista en el país no admite aún el pago en CUC de los implementos que expende, y más de una vez algún cliente ha renunciado a determinado producto de primera necesidad— dígase el popular jabón de cinco o seis pesos, el detergente líquido o la crema dental— por tener disponible solo moneda libremente convertible.

La existencia de dos tipos de cambio da margen asimismo, a que un mismo producto posea dos precios diferentes, y el envase de 1,5 litros del Refresco Ciego Montero constituye el ejemplo clásico: 25 pesos cubanos en la red de comercio, 1, 50 cuc en las tiendas recaudadoras de divisas.

Dos monedas en Cuba son hoy caldo de lucro para más de un villano, pues esta comentarista ha presenciado en entidades estatales de la esfera de los servicios, el cobro a un visitante extranjero en moneda libremente convertible de un producto que solo se ofrece en peso cubano.

Por último, la circulación de dos monedas ha propiciado incluso desorden público en ocasiones, y recordemos la congestión en bancos y casas de Cambio de Villa Clara y Cienfuegos el pasado año, a causa del falso rumor de la rebaja de la tasa de 25 a 18 pesos por 1 CUC.

Comenzó un nuevo año, y con él, el reto de recuperarnos en todos los sectores de la economía.

Esperemos en este 2017 continúe el país con paso firme hacia la anhelada unificación monetaria, pues resulta hoy una impostergable necesidad para cubanas y cubanos tener en el bolsillo moneda nacional no solo única sino también fortalecida.


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