AD ABSURDUM ADVIERTE: Por favor, si eres un fervoroso admirador de la cultura escocesa descrita hasta ahora, no sigas leyendo, no queremos herir tu sensibilidad.
El historiador Hugh Trevor-Roper publicó en 1983 un ensayo titulado “La invención de la tradición: la tradición de las Highlands en Escocia” que se incluye en la obra La invención de la tradición editada por los reconocidísimos historiadores Hobsbawm y Ranger. En esta obra, apoyada en serios y rigurosos estudios, Trevor-Roper sentencia que el traje típico escocés, con su kilt de cuadros, es una invención fechada posteriormente a la tramitación del Acta de Unión de Escocia e Inglaterra en 1707. Y para colmo… ¡es invención de un inglés!Pero entonces, ¿por qué está tan extendida la idea de la falda? Pues varios historiadores señalan que podría tratarse de una confusión del kilt con el feileadh mor, una túnica de unos cinco metros de longitud que se recogía alrededor del cuerpo y se ataba en torno a la cintura, creando la impresión de llevar puesta una falda. Sin embargo, lo más probable es que la invención del feileadh beg o kilt por parte de un industrial inglés deba su fama más a la industria cinematográfica y la propaganda nacionalista que al éxito real de la prenda en sí.Vale, aceptemos que no llevaban falda, sino una túnica, pero era igualmente de cuadros ¿no? Bueno, sí. De cuadros era, es lo que se llama normalmente “tartán”, sin embargo, también es falsa la idea de que los tartanes indicasen el clan al que se pertenecía. De hecho tal atribución es aún más moderna que la invención del kilt según el mismo historiador, que señala que en realidad antes el color de los cuadros era originalmente una cuestión únicamente de gustos sin ningún significado.¿Y la gaita? Dime que la gaita si es escocesa, por favor.
La conclusión que podemos extraer es que en ocasiones la propaganda y el cine pueden construir mucho mejor los símbolos nacionales que la auténtica tradición histórica, y buena muestra de ello no son solo las películas a las que nos hemos referido, sino también el notable éxito que el kilt y la gaita tienen en la actualidad entre los propios escoceses, que los lucen con orgullo en días de fiesta, e incluso las portaron consigo en batallas tan épicas como las de la Primera Guerra Mundial.
- HOBSBAWM, E. y RANGER, T. (coords.) (2005): La invención de la tradición, ed. Crítica, Barcelona.