Pues es mentira.
No, los romanos no se metían plumas de pavo ni de ganso hasta la garganta para vomitar y poder seguir comiendo. No obstante, es un bulo muy extendido, de hecho hay quien habla incluso de que existía un lugar de la casa dedicado a tal fin, el vomitorium.Como siempre decimos, vale que sea falso, pero ¿de dónde viene la confusión? Pues eso no está tan claro. Para empezar, el término vomitorium no hacía alusión a una habitación de la casa, sino a los pasillos de acceso al interior del teatro.
Reconstrucción digital de un vomitorio gracias a Wikipedia.
En realidad la palabra vomitar proviene del verbo vomere que no hace únicamente alusión al acto de expulsar el contenido del estómago, sino que sencillamente alude al acto de expulsar, arrojar o conducir algo hacia el exterior. De forma que estos pasillos recibían su nombre del acto de conducir a los espectadores a las gradas o al exterior del teatro.Hay quien considera que el creador de la confusión fue ̶C̶o̶n̶f̶u̶c̶i̶o̶ Cicerón, pues en un texto describe que Julio César, enfermo durante una cena, no fue a la letrina sino al vomitorium. Quizá se refería a un pasillo u otro lugar, pero desde luego no a una sala dedicada al vómito.Quien contribuyó a la creencia en la existencia de esta habitación fue el escritor inglés Aldous Huxley, que en su obra Antic Hay insinuaba una sala dedicada a este fin con el mismo nombre: “The door of his sacred boudoir was thrown rudely open, and there strode in, like a Goth into the elegant marble vomitorium of Petronius Arbiter, a haggard and dishevelled person…”.Vale, pero que no existiera esta sala no quiere decir que no existiera la costumbre de vomitar para seguir comiendo. Aquí es donde intervienen las fuentes romanas.Sobre las fuentes romanas ya hemos advertido muchas veces de sus peligros, pero en este caso hay que tener especialmente en cuenta que los autores de la época aludían a episodios especialmente llamativos de personas que no representaban al común de la sociedad romana del momento.
Claudio a punto de echar la raba. Grato ya la está echando.
Dramatización
- Séneca: “Consolación de Helvia”, en Tratados filosóficos. Traducción de Francisco Navarro Calvo, en Interclassica, Universidad de Murcia.
- Davenport, Caillan, y Malik, Shushma: “Mythbusting Ancient Rome – the truth about the vomitorium”, en Heritage Daily.