Para cuándo "regresó", sus últimos siete años se habían esfumado.
Él ya no estaba allí. No sabia muy bien si estaba dormida o despierta. Los bolsillos vueltos del revés y vacíos. El abrigo deshilachado y sucio. Un cartón de leche abierto y caducado de hacía un par de días. Un confortable colchón de cartón. Y el calor del fluir del metro.
De cómo llegó allí no acababa de entenderlo del todo bien, pensaba que se trata de un sueño, algún tipo de malévola alucinación. ¿Una broma de mal gusto o realmente estaba pasando?. ¿Que hacía de esa guisa tirada en un túnel del metro?.
Se miró las manos: sucias, agrietadas, las uñas rotas, alguna morada. Las medias de lana de un talla menos, hacían que el talón sobresaliera de un par de zapatos rematados con una especie de lazo de metal, de vete a saber quién.La última vez que H.P.M. sostuvo una conversación racional fue hace siete años. Aquel día por alguna razón desconocida, sufrió una especie de alteración de la personalidad con accesos de esquizofrenia, poco después desapareció y hasta ayer que internase en observación del Hospital S.CH. de Boston, nada se sabia de su paradero.Todo apunta a que una fuerte discusión con quien fuera su pareja, un tal J.W.F., provocase un súbito y descontrolado acceso de sangre en el cerebro, un conjunto de micro trombos que bombardearon el "Puente de Varolio", una protuberancia situada junto al cerebelo, que aloja una arteria llamada "basilar", y que dio origen a este estado.Cuando desperto del letargo, no hacía más que pedir explicaciones a la gente que transitaba, preguntando quien era o que hacía allí. Los servicios médicos que la atendieron esta vez comprendieron que hablaban con una mujer lúcida aunque confusa. Finalmente fue trasladada al hospital en el que se encuentra en observación.En sueños balbucea:...no, no te marches, no me dejes así.. teníamos planes... no es justo....*Nadie sabe interpretar muy bien, las alteraciones emocionales que producen los sentimientos, ni nadie sabe muy bien donde se alojan estas sensaciones. En lo que todos están de acuerdo es en que unos y otros son meras coyunturas neuronales.
Narración y fotografía: A. Morales (C) 2010. Modelos: Antoine y Afrika