La globalización y los avances en telecomunicaciones deberían acercar a la sociedad, pero en realidad generan divisiones. La polarización política se manifiesta en desigualdades económicas, sociales y raciales, así como en tensiones geopolíticas a nivel mundial. Se distinguen dos tipos de polarización: ideológica y afectiva. Factores como la desigualdad, el desempleo, la fragmentación de partidos y líderes, las cuestiones identitarias y el papel de las redes sociales y los medios de comunicación acentúan este fenómeno. La polarización amenaza la democracia, dificulta los consensos y puede llevar a la radicalización y la exclusión.