Me extraña que no esté rodeada la sede del parlamento vasco por éste habitual y desvergonzado comportamiento de aquellos que fueron elegidos para arreglar los problemas de los ciudadanos y solo se arreglan los suyos, y sean estos desvergonzados privilegiados los que arenguen a las masas y las saquen a la calle.
Sin duda, es la forma más abyecta de manipulación que se pueda llevar a cabo, pero solo se puede este tipo de abusos con un pueblo inculto que se cobija en una izquierda mezquina que cuando gobierna nos lleva a la ruina y se llena de privilegios y cuando está en la oposición se transforma en el paladin de la defensa de los trabajadores, esos trabajadores a los que se ha encargado de arruinar antes.
Este pueblo tiene que despertar de una vez por todas y negarse a la manipulación de estos que, mientras nos azuzan contra sus adversarios, se siguen llenando los bolsillos vitaliciamente.