Córdoba… tus calles me fueron mostradas de forma magnífica, sin contaminación de palabras por esa persona que no está, pero a la que siempre encuentro en ellas.
Siempre me ha parecido que mi ciudad tiene calles de invierno y de verano, aunque cuando llega la “caló” el paseo por ellas se rige por el horario. Particularmente me gusta pasearlas muy temprano, cuando la ciudad está recién despierta y se asemejan –como dice la canción- a una hermosa mujer sin flores y trampas. Pero la noche las llena de embrujo y misterio, los sentidos del paseante quedan atrapados por la sensualidad, por la evocación de tiempos pasados