Vamos otra entrega más con los momentos y detalles que han hecho mi mes más bonito.Noviembre ha estado lleno de momentos de convivencia, caseros y bien otoñales y yo, que soy introvertida, los he disfrutado a tope.
1. Un souvenir, nunca mejor dicho.
Pronto te contaré que hice un viaje inesperado y precioso a una pequeña localidad alpina de Francia. Ya sabes que siempre me gusta traerme pendientes de los sitios que visito, porque luego cuando me los vuelvo a poner recuerdo el viaje o la experiencia en cuestión.Además en este caso los pendientes los compré a una artesana cerámica, una canaria llamada Yulena que vive y tiene un local de venta de artesanía precioso en Chatillon Du Diois.En las fotos puedes ver lo bonitos y especiales que son.
2. Tardes de manta y bichitos.
La verdad es que este mes ya ha refrescado (por fin) y como Octubre ha sido tan movidito y este mes no se queda atrás (a nivel profesional estoy teniendo muchas tardes ocupadas con reuniones), cuando puedo quedarme en casa leyendo, con Betty y Nana en el sofá, me da la vida porque me ayuda a descansar y relajarme. Como te decía, son menos ratos de lo que me gustaría, pero los valoro un montón.
3.Una lectura de las que enriquecen.
Y hablando de lecturas, ya sabes que siempre tengo varios ensayos a medio leer (y cuando lo acabo, te cuento en la sección "un libro, mil aprendizajes"). He empezado hace poco "El mito de la belleza", de Naomi Wolf y me está encantando. Te dejo foto de un párrafo que no tiene desperdicio.
4. Cenas caseras entre amigos.
¡Qué bien sientan estos ratos de charlar y compartir! El otro día tuve a unos amigos en casa y con una tortilla, un picoteo y unos vinos, echamos muchas horas de compañía y complicidad, de las que sanan el alma.
Una mesa que me recuerda a mis cumpleaños de la niñez: sencilla pero preparada para ratos de charlas y risas.