Antonia Muñoz
Creemos que nuestra ineficiencia en la producción de alimentos, en parte tiene que ver con un problema cultural que nos lleva a creer que cualquiera puede dirigir la empresa que sea, porque supuestamente lo que se necesita es la voluntad (que no es sinónimo de voluntarismo) y el compromiso político. Esas dos condiciones son necesarias pero no son suficientes. El conocimiento, la experiencia sobre el área a dirigir y la honestidad son imprescindibles. También es importante cambiar la valoración que tenemos muchos sobre la CONTINUIDAD ADMINISTRATIVA. Es una costumbre venezolana que toda o todo quien llegue a un cargo viene con su propia y particular idea de cómo hacer las cosas, lo que hace que muchas veces se comience de cero sin terminar o evaluar el plan anterior. En Pedagogía nos insistían en un principio que debía retomarse en la administración pública. “Los hombres y mujeres son transitorios, pero las instituciones son permanentes”. Ojalá pudiéramos minimizar ese bendito personalismo que nos hace creer que hay que desechar todo lo que hace la o el antecesor, sin la más mínima evaluación de las consecuencias. Debemos desechar sólo lo que es equivocado o contrario a nuestro proyecto bolivariano o lo que inviable. A lo anterior se une el hecho que cada nuevo jefe o jefa se trae su equipo completo y sospecha de todo el que encuentre allí, muchos de los cuales pasan a ser subutilizados. Esto pudiera parecer un detalle, pero es mucho más que eso y causa pérdida de tiempo, de recursos humanos y financieros. Entendemos y aceptamos que debemos producir más alimentos y hacerlo más eficientemente. El objetivo de estas reflexiones no es presentar ideas novedosas ni proyectos que requieran el uso de tecnología de punta a la cual no tenemos acceso. Estas proposiciones tampoco requieren de una cuantiosa inversión o de profesionales especializados que debamos traer de otro país. Sin embargo, sin quitarle importancia, ni complejidad ni el tiempo necesario para ver cambios significativos; en buena parte PROPONEMOS CAMBIAR LA MANERA DE HACER LAS COSAS. Se trata de hacer las cosas a tiempo y no a última hora y a la carrera. Se trata de concretar lo planificado en el papel, de practicar en forma estricta el tan descuidado SEGUIMIENTO Y CONTROL. Se trata de propiciar, impulsar y exigir a las y los productores organizados que sean estrictos en la CONTRALORÍA SOCIAL sobre los procesos productivos desde su inicio; todo ésto para aumentar la EFICIENCIA y minimizar la CORRUPCIÓN. Lo anterior significa, por ejemplo, que una vez terminada la cosecha de maíz blanco y amarillo en septiembre u octubre de 2015, la EMPRESA PEDRO CAMEJO debió hacer un mantenimiento a todas sus maquinarias e implementos para planificar la reparación de aquellas que quedaron con averías, proceder a la solicitud de repuestos necesarios, de manera que el parque de maquinarias e implementos pueda estar operativo para la siembra de cereales que se iniciará en mayo- junio de 2016, o cuando el fenómeno del niño – niña lo permita. Esta receta es válida para los Consejos Comunales, Comunas y cuanto grupo o individualidades haya recibido maquinarias y equipos financiado por el Estado. No me refiero a quienes poseen maquinarias y equipos comprado con su propio peculio, porque a esos si les duele lo suyo, y hacen lo conducente espontáneamente Siempre se cumplirá un sabio dicho que reza: “LO QUE NADA NOS CUESTA HAGÁMOSLO FIESTA”. A los equipos estadales de trabajo de la empresa Pedro Camejo los urgimos a decirles la verdad y sólo la verdad verdadera a sus superiores y a las y los productores, incluyendo la verdad sobre su capacidad real de preparación de tierra, siembra y cosecha; de manera que no se generen falsas expectativas. LA VERDAD SIEMPRE ES REVOLUCIONARIA. Además, les recordamos que los pequeños y medianos productores son el objeto de su atención. Los grandes por lo general son autosuficientes, aunque el Estado les debe brindar todo el apoyo que requieran porque tienen derecho y hacen una buena contribución a la producción de alimentos. Sin embargo, nunca a expensa de los pequeños y medianos. Aunque muchos crean que exageramos, en la sucinta revisión anterior radica parte de nuestra ineficiencia, confiamos en que estamos dispuestas y dispuestos a corregir errores. Finalmente, está prohibido olvidar una prédica constante de nuestro amado Presidente Chávez: el diablo siempre está en los detalles CHÁVEZ VIVE. LA LUCHA POR LA PATRIA SIGUE.