Por su parte, Clarin señala que el Gobierno y la Embajada de los Estados Unidos quedaron una vez más a las puertas de un cruce diplomático. La vocera de la embajada norteamericana en Buenos Aires, Shannon Farrell, definió a Hankins como “un contratista”.
Las armas en cuestión son dos fusiles Browning calibre 325 y Tikka T3 calibre 300, secuestrados junto a dos cargadores y unas 30 balas, ambos en sus respectivos estuches. El hecho ocurrió a las 14.30, Matthew Steven Hawking se retiraba del aeropuerto, luego de acondicionar un avión que la embajada norteamericana guarda allí. “Dijo que se había olvidado los papeles de las armas en su hotel; cuando chequeamos la dirección que nos dio, era la del Hotel Alvear”, comentó la fuente consultada. Sin embargo, ayer desde Cancillería aseguraron que el mecánico no se hospeda en ese lugar.
Las fuentes del caso consultadas, según Página 12, aseguraron que tiene pasaporte diplomático y que su dirección oficial no es otra que la de la embajada norteamericana para la que reporta. Desde esa sede, el miércoles a las 20.15 llegó una solicitud, con carácter de urgente, para que se le concedan los permisos para portar ambas armas. En la Cancillería se negaron a opinar sobre el caso, sólo informaron que ante las irregularidades elaboraron una carta para solicitar explicaciones, que fue enviada ayer a la Embajada de Estados Unidos.
Con este incidente, suman tres los hechos que involucran la portación ilegal de armas por parte de militares o diplomáticos estadounidenses en menos de un año. El pasado 10 de febrero un avión Globemaster III de la Fuerza Aérea de ese país fue requisado en Ezeiza. Traía armas y equipos de inteligencia para un curso de entrenamiento de la Policía Federal.
(Con informes de Página 12 y Clarín de Argentina)