Las jóvenes de origen humilde, eran engañadas, ya que Lapiedra les decían que se trataba de un "cásting" y les daba documentación falsa para que pudieran pasar por mayores de edad.
Fuentes de la investigación han informado a EFE de que el detenido tenía a la menores grabando películas pornográficas, con diferentes actores masculinos, desde las 8 de la mañana hasta las 7 de la tarde, todos los días, por poco más de 700 euros.
La investigación se inició a finales de 2008 cuando la Brigada de Investigación Tecnológica (BIT), en colaboración con la Policía Nacional de Colombia e Interpol, detectó una red que se dedicaba a prostituir a adolescentes en el país americano.