Son muchas las cosas que han pasado en este mundo en el que vivimos desde mi última entrada en este blog, hechos importantes sobre los que me hubiera gustado poder expresar mi opinión, pero como no he dispuesto de excesivo tiempo y el mundo no espera y cada día se generan miles de importantes noticias el interés por una u otra queda eclipsado por la nueva información que se genera. Los resultados electorales del 20D, el acuerdo in extremis de la CUP para poder formar gobierno en Catalunya renunciando a parte de sus ideales a favor de un proyecto hacia la independencia, la majadería formulada por una abogada del estado, para poder salvarle el culo a la infanta Cristina, de que la frase “hacienda somos todos” no es más que un simple eslogan publicitario sin valor legal, son algunas de las noticias que me han parecido más importantes pero que poco a poco han ido quedando en un segundo plano, y sobre las que ya seguramente no escribiré, a no ser que aparezca nueva información sobre ellas y despierte mi interés.
Pero al margen de unas pocas noticias de gran calado, sobre las que se vuelcan todos los medios, hay muchas otras que merecerían tener tanta difusión como estas o más, pero por un motivo u otro acaban pasando más desapercibidas por los pocos minutos o líneas que se les dedica en los medios de comunicación. Y una de estas noticias aparecida hoy que quisiera hacer los más visible posible es la detención en Grecia de cinco voluntarios europeos de dos ONG diferentes, tres españoles de miembros de Proem-aid y dos daneses de Team Humanity, por un supuesto delito de tráfico ilegal de personas.
El grupo formado por dos daneses y tres españoles, para más señas tres bomberos sevillanos, fue interceptado pasadas las tres de la madrugada en aguas del mar Egeo por los guardacostas griegos cuando trataban de dirigirse a tierra firme tras auxiliar a tres embarcaciones de plástico con posibles solicitantes de asilo a bordo. Y ahora se enfrentan a una acusación por asistir en la entrada irregular de botes con migrantes. “Si Grecia les acusara formalmente podrían enfrentarse a una pena de cuatro años de cárcel”.
Compañeros de los detenidos han negado la versión oficial según la cual los cinco detenidos iban en un barco de recreo que no cumple los requisitos para ser identificado como bote de rescate y podrían haber rebasado los límites jurisdiccionales griegos y entrar en aguas turcas. Según a defendido Mirlinda Arisie integrante de Team Humanity, la ONG danesa, que asiste a los refugiados en Lesbos desde hace cinco meses “sólo estaban navegando” y los miembros de la ONG siempre trabajan coordinados con la autoridad portuaria, “por lo que ellos saben que estamos allí”. Según ha declarado otro compañero de la misma ONG, “nuestros compañeros han actuado como habitualmente: se han dirigido hacia un bote de refugiados que tenía problemas y le han ayudado a alcanzar la costa. Siempre, sin salirnos de las aguas griegas”. Fuentes de Frontex —la agencia europea de control de fronteras exteriores— asegura que estaban muy cerca del límite con aguas turcas.
Supongo que las autoridades griegas han llegado al punto de preferir abandonar a los refugiados a su suerte ante el elevado volumen que cada día llega a sus costas sin que desde la U.E se les dé solución ni apenas ayuda, ya que sólo se han recolocado 272 de los 160.000 a los que se habían comprometido los países de la Unión Europea –que de seguir a este ritmo tardará 193 año en reubicarlos-.
Pensemos que también hoy ha sido noticia –tal como publica el noticiario 20 minutos-, aunque ha pasado aun más inadvertida que la detención de los volunarios españoles, el rescate de los cadáveres de tres niños después de que naufragase la embarcación en la que trataban de llegar a la isla griega de Agathonisi, en el mar Egeo, procedentes de Turquía. Por lo visto los miembros de otra de las ONG que operan en la zona recibieron el aviso para socorrer a una barcaza en la que viajaban varias personas, pero solo consiguieron salvar a 20 personas. Pese a la dureza de las condiciones meteorológicas, los botes con refugiados y migrantes a bordo siguen llegando a diario a las islas helenas del Egeo más cercanas a la costa turca. Para que nos hagamos idea del volumen de la tragedia y de la situación a la que se debe enfrentar Grecia, sin que desde la U.E y otros países desarrollados se quiera poner solución, en 2015 entraron en Grecia casi 800.000 personas, según datos de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), y tan solo durante la primera semana de este año se registró la entrada de otras 9.900, de acuerdo con esta fuente. Pero nadie quiere ponerle solución, ni al conflicto armado que está desangrando Siria y motivando el mayor éxodo de refugiados desde la Segunda Guerra Mundial, ni a la situación de los refugiados. Y al final por lo visto hemos llegado al punto que a los pocos voluntarios que se prestan para ayudar en el rescate de los refugiados se les criminaliza. Ver para creer.
MSNoferini