El grupo inmobiliario Detinsa, especializado en la promoción y explotación de vivienda protegida, ha conseguido cerrar la tramitación judicial de la fase común de su concurso en menos de un año desde su declaración.
Ahora, la viabilidad de la compañía y la suerte de sus más de 700 acreedores, está en manos de las 28 entidades financieras a las que se adeuda 557 millones, cerca del 90% del pasivo de la compañía. Entre ellas la principal acreedora es el BBVA que además actua de banco agente del conjunto.
Detinsa fue constituida en 1987 y tiene su sede social en Coslada (Madrid). Está presidida por Antonio Moreno. LEl grupo se vio obligado a solicitar concurso voluntario de acreedores en mayo de 2010. Según sus informaciones, dispone en la actualidad de una cartera de 750 viviendas terminadas y listas para la venta y 500 más en construcción en diferentes regiones españolas, principalmente en la zona centro.
Uno de los administradores de la compañía, Francisco Vera, reconoce que aunque la Ley Concursal planifica una teórica terminación de la fase común en el plazo máximo de un año, “lo cierto es que ningún procedimiento concursal de las grandes inmobiliarias ha logrado dicho objetivo”.
Por último apuntar que el convenio con los acreedores está ahora en manos de las entidades financieras la principal de las cuales es el BBVA. Se prevé una aceptación por gran parte de ellas. Para ello es imprescindible que sea aceptada la nulidad de la refinanciación acordada entre la empresa y la banca en mayo de 2008. La propuesta de convenio, a diez años, establece una quita del 50% con una carencia de tres anualidades.