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2014 actualidad // Coaching personal // Espiritualidad
DETRÁS DE LA NAVIDAD
La Navidad va acercándose día a día. Las luces y guirnaldas, los escaparates iluminados y los adornos de Navidad nos lo recuerdan. La TV ya nos anuncian los regalos, los programas especiales para estas festividades y las películas de temática navideña…
Pero detrás de las prisas, de esos adornos y de las celebraciones, la Navidad es algo que debe sentirse en nuestro corazón. Es la oportunidad de renacer a la vida, no solo una fecha religiosa más. La Navidad es algo que los niños viven como mágica, misteriosa y en la que la ingenuidad y la ilusión infantil cobran todo su sentido. Lamentablemente los adultos nos hemos quedado con lo efímero de ella, con lo solo aparente y con unas fechas llenas de celebraciones y de familia. Y es que sin esa mirada infantil, estas fiestas no hacen más que estresarnos e incrementar nuestros gastos en regalos.
Los niños, desde ayer, ya están de vacaciones y andan alborotados. Un cúmulo de emociones se amontonan a través de sus sentidos. Los Reyes Magos que traen regalos, adornar el hogar con luces de colores y el pesebre, la visita de familiares a todas horas. Todo es ilusión y fiesta, en unas fechas especialmente mágicas que, año a año, nos recuerdan la llegada de Dios a este mundo. En forma de niño, como ellos mismos, con su mismo rostro de sorpresa ante lo nuevo y desconocido, con su misma sonrisa ante lo mágico y colorista de estas fiestas. Ellos sí viven el ya casi olvidado espíritu de la Navidad, que no es más que ilusión, paz y amor!
Como dicen los maestros e iniciados, todos nosotros tenemos un niño interior al que hay que redescubrir y revindicar. Es ese niño con ilusión que perdimos con la edad, junto a nuestra capacidad de sorpresa, alegría e ilusión. Es alguien que nos habla desde dentro y siempre dice la verdad, aunque no siempre le escuchemos ni le hagamos caso. Su sonrisa está ahí, en nuestro corazón, esperando que la dejemos salir y cambie el semblante de nuestro rostro, demasiado serio y endurecido por la edad. Es ese niño que nos habla desde el corazón y nos ayuda a recordar que la vida es solo un juego al que hay que jugar siempre con una sonrisa en los labios y con los ojos bien abiertos, dejando atrás nuestras elucubraciones solo mentales y todos esos pensamientos y actitudes de adulto que aprendimos a usar a diario en este mundo de locos, en el que sentir, vibrar y amar se ha convertido casi en una temeridad.
Aprende de los niños a dejarte llevar por las circunstancias y a ser capaz de ilusionarte ante lo que vives minuto a minuto y ante todo lo que aún está por llegar. Aprende a sonreir a la vida y a olvidar el pasado para esperar con sorpresa todo aquello que llegue a ella. Si lo aprendes, para tí cada nuevo día será Navidad, como lo es para cualquier niño! Descubre ese niño interior que clama por salir, para ayudarte a encontrar un sentido pleno a tu vida y enseñarte a vivir esa magia que todos buscamos cada momento de nuestra vida, para luego compartirla, con amor.