Detrás de una gran mujer……

Publicado el 30 noviembre 2016 por Carlosgu82

El famoso dicho dice así: detrás de un gran hombre, hay una gran mujer; Sin embargo me gustaría re plantearlo y decir, detrás de una gran mujer hay un hombre queriendo ponerle el pie!.

Y sí, en ocasiones pensé en eso en que que no es necesario tener a un hombre a lado, siendo tan autosuficiente, teniendo los ingresos más que necesarios como para mantener mi casa sola, porque si estoy casada! pero ambos compartimos gastos y todo es a la mitad, ni el me mantiene ni yo a el, somos financieramente como roommates, y eso a la larga te hace sentir un tanto libre como para no necesitar de alguien para estar a tu lado.

Y como era de esperarse claro que llegó el momento en que estaba en la cúspide de mi “carrera” y tenía ganas de comerme al mundo, haciendo a un lado a este hombre que había decidido vivir una vida conmigo. No sé si era el rencor o algo que yo tenía guardado desde que me casé por que mi educación mi familia y mis costumbres siempre habían sido así, el hombre mantiene a la mujer y la mujer se dedica a su hogar, aunque lo que yo quería poniéndome a pensar ya sinceramente era trabajar pero si tener a un hombre que me mantuviera sin tener tanta obligación en el hogar!. Sii cuesta aceptarlo pero eso es lo que yo quería, y llego el punto en el que veía a mi esposo como un obstáculo en mi vida (en este momento estoy dejando el amor y el romanticismo a un lado!).

Él en cambio lo que quería era tener una pareja que económicamente aportara la mitad en TODO y que también siguiera teniendo las mismas obligaciones que una mujer que se la vive de lleno en el hogar y la cual recibe un “gasto” por parte de su marido. yo salía un poco antes de trabajar y en varias ocasiones el llegaba pidiendo comida, cena, que la casa estuviera arreglada y yo así de POR DIOS! en que momento si ambos trabajamos, y claro es donde empiezan los límites porque si uno se deja se termina convirtiendo en una máquina rutinaria!.

Es por ello que más de una vez pensé en esta frase que más aún mi padre me ayudaba a mantener en vida. Y de hecho hasta ahora sigo intentando o esperando cambiar de opinión al respecto o no y vivir mejor sola.