De la mano de Steven Soderberg, Michael Douglas y Matt Damon entregan unas actuaciones impecables como Liberace, un pianista virtuoso "Divo", si se me permite el término; y su amante, un jóven ingenuo que entrega su cuerpo y su vida al mundo del glamour y la fama.
Quizá sea por eso que no hubo ninguna distribuidora que se arriesgara a tomar la papa caliente en sus manos. No solo estamos hablando de la vida privada de un gran artista como lo fue Liberace, que ya es motivo suficiente para crear polémica, sino por el mismo tema y el tono tan fuerte que trataba su persona. Fastuoso, lujoso, acostumbrado a los excesos y a tener lo que quisiera. Unas actuaciones brillantes, un maquillaje irreconocible y una dirección casi perfecta convierten a esta película en una amplia favorita para ganar los globos de oro, el premio más fuerte al que puede aspirar tratándose de una producción de HBO.
Y honestamente, si no le damos las 5 estrellas es porque por ahí tiene un par de secuencias sobrantes (no por lo fuerte, sino porque aportan poco a la trama en general) y porque la película resulta un poco tediosa hacia el final. Aún así Damon entrega la actuación de su vida y un Douglas al que no se le niega nada. Una recomendación si es que no son homofóbicos y si aguantan las escenas fuertes que son pan de cada día en las producciones de HBO.
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