Devolver al planeta lo que le pertenece

Por Ne0bi0 @buenosviajeros

La moda expresa nuestra forma de ser a través de los colores y las formas, pero al planeta le cuenta una historia muy distinta: consumimos la ropa rápido, mal y sin pensar en las consecuencias. En nuestros armarios se esconde la segunda industria más contaminante y una de las que más recursos naturales consume. De hecho, la confección de un solo pantalón vaquero necesita 7.500 litros de agua, o lo que bebe una persona de media durante siete años de su vida. En el intento conjunto de alcanzar los objetivos marcados por la Agenda 2030, las empresas del sector llevan años mirando hacia la circularidad.

Precisamente por ello, el Grupo El Corte Inglés, en línea con su compromiso con el medio ambiente y la economía circular, lanzó en 2017 un plan de gestión de los residuos textiles. Este programa, bautizado Moda Circular, en el que también participa Cáritas, busca la reducción de residuos, su reciclado y la reutilización de las prendas en buen estado con el objetivo de devolverle al planeta un pellizco de lo que se le ha quitado durante tanto tiempo.

En 2020, gracias a este proyecto, el grupo ha sido capaz de recoger un total de 240.000 kg de ropa usada en sus centros. Todo gracias a la implantación de 49 puntos de recogida en lugares estratégicos, como las plantas de moda joven o los aparcamientos de los centros comerciales y los outlet de El Corte Inglés. Además, en sus oficinas de compras se centralizan muestras y productos con taras o desperfectos, una de las partes de la cadena de producción que más residuos produce.

El año pasado se recogieron un total de 240.000 kilogramos de ropa usada

Aquellos artículos que no pasan el primer examen acaban bien en el upcycling -un proceso de reciclado que los convierte en nuevas materias primas para la confección de futuras colecciones- o en el downcycling -que los destina a la elaboración de moquetas, interiores de almohadones y sofás u otros usos industriales-. En 2020, se destinaron más de 98.000 kg de ropa para estos dos procesos. El textil no aprovechable (20.000 kg en 2020) se incinera para utilizarse como combustible capaz de generar electricidad en un ejercicio de revalorización energética.

Esta hoja de ruta permite al Grupo El Corte Inglés garantizar la circularidad de su producción al completo y asegurar el destino ético de las prendas y su consumo responsable. Además, promueve la economía social a través de la reutilización, el reciclado, la donación y la venta de ropa usada. Pero también juega un gran papel en la concienciación de la sociedad y, especialmente, de los proveedores del grupo: se ha conseguido instaurar en los centros de El Corte Inglés la venta de moda sostenible a través de colecciones de material reciclado producidas internamente.

Moda Circular también ha cumplido con otra condición de la economía verde: la inserción laboral de las personas en riesgo de exclusión social. La apuesta por campañas de moda re-, como la del Grupo El Corte Inglés, genera anualmente 400 puestos de trabajos en las tiendas de segunda mano, con una tasa de inserción que alcanza el 70%. Esfuerzos colectivos que llevan a la moda a hablar también de nuestra mayor ambición: garantizar a las generaciones venideras el planeta limpio y vivo que se merecen.

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