Después de esta muestra de orgullo por los resultados conseguidos, quiero quedarme con la parte sentimental, la de aquello que me aporta llevar este blog. Soy aficionada a la lectura desde que era una niña, siento un gran amor por este mundo y me encanta poner mi granito de arena para dar a conocer aquellas obras que merecen la pena y señalar las que no hacen ningún favor a la literatura. Cuando alguien me dice que hizo caso de mi recomendación y disfrutó mucho de un libro, se me dibuja una gran sonrisa.
También me gusta el proceso, esto es, la redacción de críticas, reflexiones o lo que se tercie. Siempre me ha gustado escribir y analizar, mi estilo ha mejorado mucho desde que empecé y creo que en conjunto voy por el buen camino. Aunque esto no sea más que un pasatiempo, a menudo las actividades que hacemos por amor al arte son las que nos proporcionan más satisfacciones, como me ocurre a mí con este rincón que modelo con tanto mimo.
Con respecto al segundo año en particular, tengo la sensación de que me ha servido para consolidarme en la red y darme a conocer más. Durante los primeros meses, los blogueros sufrimos una invisibilidad que desgasta a muchos, pero es normal, ningún camino es fácil y menos todavía el de una red en la que cualquiera puede crear su propio espacio. Sin embargo, una vez superada esa primera etapa, el esfuerzo se empieza a recompensar.
Asumo que el blog gustará o no, que se estará de acuerdo con mi opinión o no, pero estoy contenta con lo que hago y eso me basta. Uno de los principios que conservo desde aquel 14 de enero de 2010 es mantenerme fiel a mí misma en todo momento, no dejarme llevar por los demás y escoger el rumbo que yo quiera. Ese es uno de los motivos por los que sigo con ánimos de seguir adelante con esto.
En definitiva, aquí estoy y aquí seguiré mientras el cuerpo aguante. Gracias de corazón a todos los que me apoyáis con vuestros comentarios, lecturas, correos o mensajes en las redes sociales. La calidad de un blog no solo se mide por sus contenidos, sino por el grado de interés que despierta en sus visitantes. Y yo no me puedo quejar porque os tengo a vosotros.