Dexter 8x02. "Every Silver Lining"

Publicado el 31 julio 2013 por Alfredo Eduardo López Liñares @BackInMadrid

El chiffhanger del season premiere de Dexter nos dejaba con la sorpresa del protagonista al ver dibujos que hizo de niño. Dibujos que develaban claramente una personalidad conflictiva  y tendencias psicopáticas.
Al comienzo de este segundo episodio las cosas comienzan a aclararse, un poco. Resulta que la Dra. Vogel, prestigiosa neuropsiquiatra, fue quien ayudo a Harry en la difícil tarea de criar, entender y tolerar a un niñito con problemas: Dexter.

Como es de suponer, los conocimientos en psicología de un oficial de policía no superan el tomo básico, por lo que es lógico que haya solicitado apoyo de una profesional cualificada como Vogel.
También esto nos arroja un poco de luz sobre el comportamiento de Harry con respecto a Dexter, algo que venimos viendo hace siete temporadas pero no era fácil de digerir. Cómo un representante de la ley, aparentemente honrado y muy recto, vive protegiendo a un psicópata peligroso que ni siquiera es su hijo de sangre. Ahora, si lo que estaba detrás de ese comportamiento fue el cerebro de una eminencia de la psiquiatría, las cosas cuadran más.
La Dra. Vogel le enseña a Dexter unos videos en los que se veía a Harry Morgan durante sus sesiones de terapia. Y vemos también como Vogel le lleva a entender y aceptar la mente de su trastornado hijo adoptivo.
Dexter baja un poco la guardia al intuir que la experta en psicópatas no es una amenaza, pero mantiene cierto grado de desconfianza. ¿Qué quiere esta mujer de alguien como él?

La respuesta no tarda en llegar. En el episodio anterior veíamos como un nuevo asesino serial atacaba en Miami. Luego nos mostraron que “el neurocirujano”, se ganó este apodo por abrir la cabeza de sus víctimas como cocos y extraer un trocito de materia gris. Bueno, parece ser que esos trocitos no eran para hacerse un suvenir sino para enviárselos por correo a la terapeuta que no supo “curarle” su afección: la Dra. Evelyn Vogel, claro.
Y ahora la psiquiatra tiene miedo, ya que una de sus ratas de laboratorio parece estar fuera de control, entonces no se le ocurre mejor idea que recurrir a otro de sus “experimentos” para que la protejaDexter, por supuesto. Pero él no está seguro de querer ayudar.
Entre tanto el resto del mundo sigue girando. Debra continúa con la investigación del robo de joyas, pero ahora que el ladrón ha muerto, el sicario va tras ella. Esta trama no despierta demasiado interés más que para apreciar el estado de deterioro al que ha llegado la antigua teniente de la Miami Metro.

En otro punto de Miami aparece un nuevo cuerpo dejado por el neurocirujano. Cerca del cadáver mutilado, el arma homicida, una bolsa con la que fue asfixiado.
Vogel vuelve a recibir el macabro envío de un trozo de cerebro de la víctima. Estos sucesos y un poco de reflexión junto a Harry su conciencia convencen a Dexter de ayudarla a encontrar al psicópata.
Una huella parcial en la bolsa homicida pone a Dexter y Vogel sobre la pista del supuesto asesino, Lyle Sussman, un borracho de poca monta. Pero la policía también halló una huella y solo es cuestión de tiempo para que lo encuentren. Hay que darse prisa para atraparlo antes y llevarlo a la mesa del “Ángel Vengador”.
Mientras tanto Deb continúa adentrándose en la boca del lobo y esta vez su audacia la llevó demasiado cerca de “El Sapo”, el sicario. Ella encontró las joyas robadas, pero el asesino la encontró a ella. Acabó golpeada como un saco de arena, pero al menos tuvo suerte de salir con vida, ya que el matón era un profesional y “no mataba gente si no se le pagaba antes.” Debra quedó semiinconsciente tirada en el suelo y tratando de buscar el aliento mientras veía cómo el sapo se iba con las joyas y su dignidad.

En otro planeta y como para matizar un poco, Quinn que está emparejado con la hermana de Batista se debate entre hacer o no el examen para sargento y complacer a su cuñado, pero más importante aún, debe decidir si seguir con la niñera o con la hermana de Dexter. Como habrán notado, los escritores de la serie no son expertos en tramas románticas pero sí en otras más interesantes. Volvamos.
Dexter encuentra la cabaña de Sussman donde supuestamente sacrificaba a sus víctimas, pero para su asombro el sacrificado es el mismo Sussman, colgado del techo y ensartado como un jamón.
¿Murió el neurocirujano?... naaaa… nadie lo cree.
Otro que apareció con el pulso bajo fue “El Sapo”. Dentro de su coche con algunos agujeros más que con los que nació. Las joyas se habían ido. ¿Quién lo mató? Debra, ¿quién más? Pero la ahora descarrilada Morgan supo mentir sin pestañear cuando declaró en comisaría. Dexter se ocupó de borrar, ocultar y hacer desaparecer cualquier prueba que comprometiera a su hermana. Parece que a Deb le cuesta cada vez menos matar.
La policía, siempre tarde, encontró el cuerpo sin vida de Sussman, pero el escenario era muy distinto al que había visto Dexter horas antes. El supuesto “neurocirujano” apareció sentado en una silla con un escopetazo que entró por la boca y salió por… bueno, por todos lados.
Caso cerrado. ¿Tan fácil? El psicópata se había suicidado. Quizás por no poder soportar el peso de sus actos. Mmmm… algo no cierra, pero para la policía la explicación era evidente. Ahora el verdadero asesino tendrá un margen de maniobra para moverse fuera del radar de la justicia.
Y no tarda en aprovecharlo. Se cuela en la casa de Vogel y deja allí un DVD con un vídeo grabado. La doctora llama asustada a su antiguo paciente nuevo amigo y juntos miran la película. Se ve a Sussman matando a la última víctima y a alguien obligándolo a hacerlo a punta de pistola. La cosa está clara, no iban a terminar la historia del neurocirujano en el segundo episodio de la temporada.
Dexter está deprimido o el sentimiento análogo que se aplique a los psicópatas. No puede entender como no se dio cuenta de que Sussman era la víctima y no el monstruo. Cree que perdió ese particular talento, ese olfato que le permite identificar inmediatamente a los de su especie. Está preocupado por Debra, no sabe qué hacer.
Vogel se incorpora de su sofá y lo envuelve con sus brazos maternalmente, lo calma. Dexter cede, acepta el consuelo.

Every cloud has a silver lining. (John Milton)
De todo lo malo viene algo bueno

He leído muchos blogs y creo que la gente está un poco ansiosa. Esta serie nos tiene acostumbrados a un nivel deslumbrante, pero si hacemos memoria, todas las temporadas empiezan con cierta calma, nos atrapan por la mitad y nos dejan con los nervios de punta sobre el final. No pienso sumarme a ninguna campaña de decepción ni de crítica prematura. Estoy prestando atención a cada detalle, analizando cada palabra y la verdad que me gusta mucho lo que veo y escucho. Tengo absoluta confianza en que Dexter no me defraudará. Apuesto por un final memorable.