La psicológicamente dañada Debra intenta comenzar su camino hacia la recuperación con la ayuda de la misteriosa protectora de los Morgan, la doctora Evelyn Vogel. Los traumas como los que ella vivió últimamente no son algo que se cure y ya está, dejan huellas, cicatrices profundas, pero al menos se puede llegar a aprender a convivir con ellas.
En la ciudad de Miami el crimen sigue golpeando y ahora le ha tocado a Norma Rivera, una mujer asesinada brutalmente. Golpes en la cara y mucha sangre, trabajo para nuestro experto en el tema.
Por el momento es solo más trabajo y Dexter tiene su mente puesta en el asesino serial que inquieta a Vogel, ‘el neurocirujano’. Y el siguiente en la lista de sospechosos es el protagonista del capítulo 7 del libro escrito por la doctora, A.J. Yates, un trastornado de larga data, astuto y peligroso.
Dexter empieza la cacería estudiando a su presa y lo primero que descubre es muy revelador, Yates que actualmente trabaja en una empresa de instalación de televisión, teléfono e Internet, tiene una cicatriz en la cabeza de forma similar a los cortes que tenían los cuerpos dejados por el ‘neurocirujano’. Además su trabajo le facilita el acceso a la privacidad de potenciales víctimas.
Pero ¿por qué Yates tiene esa cicatriz?, ¿es que Vogel estuvo experimentando alguna cosa que no le contó?
Mientras tanto vemos que en casa de la psiquiatra se desarrolla una escena inusual. Debra que se está hospedando temporalmente allí, charla con Vogel muy serena, sumisa para lo que suele ser. Parece haber aceptado la ayuda y desear recuperarse de verdad.
Juntas ven un video de Harry donde la doctora pretende demostrar que a pesar de tratarse de una situación complicada, su padre decidió ayudar y apoyar a Dexter, de igual manera que ella debería hacerlo ahora. Deb comprende el mensaje pero le cuesta aceptarlo.
En ese momento llega Dexter para increpar a Vogel por haberle ocultado información sobre Yates. La flemática británica no se amedrenta porque el mayor asesino serial de la historia esté furioso con ella y siempre sabe salirse con la suya, aún más, es capaz de manipularlo de tal manera que sea Dexter quien se quede pensativo y se vaya con la cabeza gacha.
El caso es que Vogel reconoció que había jugado un poquito con los sesos de Yates pero que luego dejó todo en su sitio por lo que no entendía el enfado de su antiguo paciente… me está pareciendo un poco cínica esta señora.
Dexter sigue fiel investigando a Yates y se cuela en su casa como suele hacer. Allí encuentra zapatos de mujer, lo cual no sería llamativo si no fuera porque se trata de extraña colección que cuenta con solo un zapato por par, misteriosamente acomodados en el interior de un armario. También descubre que el posible ‘neurocirujano’ está al cuidado de su padre muy enfermo que se encuentra ingresado en una clínica. Aparentemente este asesino serial también eligió preservar sus relaciones familiares.
Lo que no percibe Dexter es que el maniático dueño de casa lo está espiando a través de su circuito cerrado de video.
De vuelta en su departamento de la costa miamense, Dexter se encuentra una mujer dentro de su cocina y antes de que se le pase la sorpresa aparece Jamie (versión niñera) para decirle que se trata de la vecina de al lado y así como de la nada le propone emparejarlo con ella. Es evidente que Jamie Batista vive en una realidad paralela de ponis y arco iris.
Dentro del contenedor en que murió María LaGuerta, Debra y la Dra. Vogel continúan con la terapia. Dudo que los métodos de esta psiquiatra funcionen en la vida real, pero aparentemente están dando resultado o al menos eso parece, ya que Debra termina razonando de la manera que Vogel quiere y termina reconociendo que matar a LaGuerta era mejor para ella que terminar con la vida de su hermano (adoptivo y asesino en serie)
En realidad, como sea, queda claro que Debra siempre elegirá a Dexter.
Masuka tiene una hija. Lo digo así de golpe como lo anunciaron en la serie. Me parece totalmente innecesario incluir casi a mitad de la última temporada a un personaje tan secundario, familiar de otro personaje que ya es secundario. Quizás si la hubieran introducido en la quinta quizás a esta altura ya la querríamos un poco y tendría más peso, pero ahora no entiendo por qué sumar confusión cuando se debería comenzar a simplificar. Veremos si hay algún otro motivo tras esta incorporación.
El episodio empieza a acelerar el ritmo. Dexter vuelve a cada de Yates con intenciones de ponerlo sobre “la mesa”, pero el lunático escapó. Lo busca por todos lados hasta descubrir las cámaras en el sótano. Allí también encontró dentro de un mueble a una chica mal herida. Suena raro dicho así pero no nos olvidemos que esto es Dexter.
Al parecer esta chica es la última obra de Yates, que debió dejar abandonada sin terminar en la huida.
Dexter llama a Vogel y se reúnen en el sótano de Yates. La chica ya está en el hospital.
Revisando la computadora del ‘neurocirujano’ ambos descubren que Vogel estaba siendo espiada por Yates y todos sus archivos y notas personales están allí. Aunque no tienen nombre, Dexter lee uno de los archivos que habla de él y su relación con Deb. Descubre que la ‘maternal’ psiquiatra nunca ha dejado de hacer su trabajo profesional al margen de pretender ayudar a los hermanos en desgracia. La relación con Vogel se enfría y Dexter amenaza: -“Cuando mate a Yates desaparecerás de nuestras vidas.”
La prioridad es ahora borrar del mapa de una vez por todas al molesto ‘neurocirujano’ y pasar página. Pero como ha huido hay que usar el ingenio, cosa que Dexter sabe hacer cuando se trata de matar. Sabiendo donde está internado el padre de Yates, sólo tiene que llamarlo por teléfono en nombre de la clínica y decirle que su padre sufre alguna complicación de salud para que el amoroso hijo acuda de inmediato, al menos eso espera.
En casa de Vogel, Debra busca entre los archivos de la doctora hasta encontrar el último video grabado por su padre, Harry Morgan. Pero lo que vio allí empeoró las cosas. Vio a un hombre desesperado, traumatizado por lo que había visto, por ver al monstruo actuando. Harry no soportó la oscuridad que había dentro de Dexter y eso lo llevó a quitarse la vida. Otro duro golpe para la frágil psique de Debra.
El plan de Dexter funcionó y Yates acudió a ver a su padre supuestamente moribundo. Dexter lo esperaba detrás de la puerta con su infalible jeringa somnífera preparada.
Entonces ocurrió lo que no debía. Algo que me mostró por un momento que es sólo se trata de una serie de TV escrita por guionistas e interpretada por actores, lo cual parece una obviedad pero sin embargo lo más interesante de una serie es que logre abstraernos de esta realidad y nos haga creer la historia. Así surge la mística de las grandes series. Lo que ocurrió fue que a pesar de tener a Yates a su merced para narcotizarlo y llevárselo, se le escapó de forma inocente. Dexter le quiso decir la típica frase final que en las malas películas de acción antiguas siempre dice el malvado antes de apretar el gatillo y le da la chance al héroe de escapar. Del estilo “ahora verás, te he atrapado y te castigaré”. Una completa idiotez. Por primera vez tuve un flash de rechazo hacia esta serie que para mí fue siempre perfecta.
Los escritores quizás no le están poniendo ganas y eso va a cabrear a muchos fanáticos.
Tal vez la idea fue mostrar que Dexter ya no es lo que era, pero no sé por qué. Esa escena me descentró y todo lo que vino después me pareció pobre.
Luego vemos que Debra llega a la estación de policía de Miami Metro y con la actitud prototípica de quien va a terminar con su vida, se despide de su amigo-novio Quinn de forma mucho más cariñosa que lo habitual pero con un aire nostálgico. Con frases trilladas como “te quiero mucho, que seas feliz, cuidate mucho”, un beso y un abrazo. Acto seguido encuentra a Dexter y le propone dar un paseo en coche para charlar. Le reprocha la muerte de Harry y cuando pasan sobre un puente provoca que el coche caiga al agua.
Ella sale a flote ayudada por un casual pescador y luego vuelve a tirarse al agua para rescatar a su hermano en lugar de dejarlo durmiendo para siempre junto a los peces.
¿Es que acaso los guionistas, escritores o productores pensaron que algún espectador se iba a creer que Dexter muere en el cuarto capítulo de la temporada?? ¿Qué sentido tuvo esto? ¿No era mejor mostrar que Debra intentaba suicidarse sola y dejarnos esperando una semana? Demasiadas preguntas sin respuesta.
Me parece un insulto a la inteligencia de los seguidores de la serie, una escena que carece totalmente de peso debido a su manifiesta imposibilidad. Al final creo que la mejor parte fue lo de la hija de Masuka.
Tendrán que mejorar mucho. Solo espero que no arruinen el final de esta serie de culto.