DEXTER El hecho de que Dexter no mate a inocentes lo acerca a personajes como "Harry el sucio", e incluso Dexter puede ganarse más nuestra simpatía que el personaje de Clean Eastwood, puesto que este último podía disprara por la espalda a un ladrón en plena huida por el simple hecho de haber robado un bolso, algo que el sanguinario Dexter nunca haría. Nuestro protagonista no matará a nadie que no considere que "merece morir".
EL OSCURO PASAJERO
Creación: James Manos Jr., basada en la novela El Oscuro Pasajero, de Jeff Lindsay, que cuenta con dos secuelas literarias: Querido Dexter y Dexter en la Oscuridad.
-Género: Thriller, policiaco, drama, humor negro.
-Reparto: Michael C. Hall, Julie Benz, Fennifer Carpenter, C. S. Lee, Lauren Vélez, David Zayas, James Remar, Jimmy Smits...
-País: EE.UU.
-Temporadas: 4, a estrenar la 4ª el 27 de septiembre en USA.
Perfíl y modus operandi de Dexter
Documentándome sobre esta serie he visto un blog donde se proporcionan los principios del cógido de Harry http://bennacker.wordpress.com/television/series-de-tv/dexter/. No obstante, disiento en la ordenación y en algunos puntos, de modo que he realizado mi propia lista, basándome en la anteriormente citada que será, no obstante, aproximada, puesto que no recuerdo que en la serie se enumere punto por punto el Código.
1. No dejarse atrapar nunca.
2. Matar inocentes no está permitido.
3. No matar hasta no estar completamente seguro de que la víctima es una asesino y merece morir. Investigar y asegurarse más allá de cualquier duda razonable.
4. La preparación del asesinato es tan importante como su ejecución. sé extremadamente cauteloso.
5. Finge normalidad y emociones para pasar desapercibido en sociedad.
6. Cuando alguien cercano muere, uno se siente triste. Fíngelo.
El Código de Harry es lo que separa a Dexter del perfil del psicópata de American Psycho, peli de la que hablé en el artículo anterior. Gracias a las enseñanzas de su padre adoptivo, Dexter no es un asesino despiadado que mata indiscriminadamente, sino una especie de justiciero oscuro que sólo mata a otros asesinos en serie o a personas que han matado con frialdad y premeditación, o que representan un riesgo por sus impulsos homicidas (aunque no asesina a nadie en base sólo a sus tendencias asesinas si no ha matado antes).
Esto nos lleva a la fórmula siempre exitosa de psicópata vs. psicópata en términos de duelo de inteligencias. Dexter no sólo logra discernir entre asesinos o simples sospechosos gracias a la información privilegiada a la que tiene acceso como forense de la policía, sino porque reconoce a los que son como él. Está, mejor que nadie, siempre en la mente del asesino, porque él es un asesino. Cada vez que caza a un asesino en serie, a excepción del "asesino del hielo" del cual no hablaré para no desvelar la trama de la 1ª temporada, siente el placer de haber sido más inteligente que su presa.
El hecho de que Dexter se ciña al Código se gana, por tanto, la simpatía de un público que está al acecho de cualquier rasgo humano en Dexter para sentirse aliviado de la carga de tener que asumir su oscura naturaleza. Pero Dex sigue el código como una serie de "creencias", no como unos "valores" morales o éticos, puesto que lo que convierte a algo en un valor es su conexión con las emociones, algo de lo que Dexter carece por completo (¿o no?).
El psicópata que siguió la filosofía de Sócrates
Pero la búsqueda continúa en la investigación de la vida de Harry, su padre adptivo, puesto que disipar las dudas respecto a la figura paterna le servirá a Dexter para comprenderse mejor a sí mismo y enfrentarse mejor a las preguntas existenciales que cualquier ser humano se hace a sí mismo: ¿Quién soy? ¿De dónde vengo? ¿Hacia dónde voy? Algunos aspectos sobre la vida de Harry salen a la luz y hacen sospechar a Dex que su padre no era tan íntegro, tan bondadoso ni tan sincero como él creía. pero, ¿una vez ha descubierto que su padre adoptivo no era perfecto, que tan falible como humano como cualquier otro, sigue teniendo sentido seguir su Código? Así, la trama no sitúa ante el conflicto, el dilema, que hace peligrar el Código de Harry, y con él, el último resquicio de humanidad y noción de justicia que ata a Dexter al resto de los hombres. Después volveremos sobre este tema.
El psicópata convertido en el héroe postmoderno.
Jack "El Destripador"
Antes de continuar debemos realizar una pequeña aclaración: el psicópata no es necesariamente un asesino en serie, sin embargo, el asesino en serie sí suele ser un psicópata. Muchos psicópatas no llegan siquiera a matar a una mosca, aunque uno de los indicios que pueden llevar a la identificación de dicha patología es la tortura a animales, especialmente durante la infancia. Muchos psicópatas viven silenciosa e inofensivamente en el mundo de los negocios. Puede que muchos de nosotros convivamos con ellos, que sean nuestros jefes, o el cartero, o quizá el profesor del colegio.
Dadme un poco de tiempo para que exponga mis ideas y entenderéis por qué creo que la figura del psicópata, en la serie de Dexter, se ha convertido en el héroe postmoderno. La cita de Jack "El Destripador" encuentra su sentido en que fue el primer asesino en serie moderno, y yo parto de la premisa de que el psicópata asesino en serie es, tal cual lo entendemos hoy, un fenómeno moderno, lo cual no significa que no hayan existido en otras épocas históricas, pero no como fenómeno social relevante y como fenómeno mediático. Puede que en otras épocas más violentas, los psicópatas con tendencias homicidas hicieran carrera en el ejército, como verdugos o como hombres de poder que eliminaban a su oposición, o hacía cumplir duros castigos. De esta forma, probablemente muchos psicópatas daban salida a sus impulsos homicidas de forma discreta. El ejemplo más conocido de psicópata camuflado de hombre de poder es Blad el Empalador, y su técnica de tortura fetichista, repleta de significado sexual y sadismo, que consistía en empalar a la gente. Blad también pudo tener su bautizo como monstruo en una infancia traumática, cuando pasó varios años preso por los turcos, donde la práctica de la violación era algo muy común. Es muy posible que Blad empalara a la gente por una obsesión por las violacions que sufrío de pequeño y como una especie de venganza que calmara su mente lacerada. No obstante, el asesino en serie moderno, el depredador que permanece en el anonimato y, no obstante a lo cual se convierte en un fenómeno mediático, con sus seguidores incluso, es algo genuinamente moderno. Dicho de otro modo, el fenómeno del asesino en serie podría tratarse de una patología moderna, o más bien, "postmoderna". También Dexter encuentra la fama cuando se descubren las decenas de cadáveres que este arroja al mar, y es apodado como "El Carnicero de la Bahía". Sin embargo, nadie llega a relacionar al protagonista con El Carnicero. Dexter se sorprende gratamente cuando descubre que mucha gente, tras conocer el hecho de que el Carnicero sólo mata a asesinos, le apoyan.
El psicópata, aunque todavía no se ha envuelto en un aura erótica como la del vampiro, sí se considera como una persona carismática y de personalidad magnética. También se le asocia al serial killer, una inteligencia sobrehumana, aunque esto, en la realidad, no siempre se cumple.
Al preguntarme seriamente, a raíz de la serie Dexter, qué es lo que nos atrae de la personalidad del psicópata, hallé una respuesta basándome en el análisis de un filósofo llamado Max Horkheimer. En su libro La Crítica de la Razón Instrumental, Horkheimer afirma que todos poseemos un "resentimiento hacia la civilización". El origen de dicho resentimiento lo establece Horkheimer en términos freudianos (puesto que la orientación de su pensamiento es freudo-marxista), pero no es necesario creer en el psicoanálisis de forma íntegra para reconocer que es posible que Horkheimer esté en lo cierto. El resentimiento contra la civilización sucede porque todos tenemos que reprimir nuestros impulsos (violentos y sexuales) para poder vivir en sociedad. Durante mucho tiempo, los valores morales cristianos (hablamos Occidente) eran firmes y sólidos, y la represión de los impulsos primarios para poder vivir de forma civilizada en sociedad se veían sublimados, contrarrestados por una recompensa superior, en la idea del Reino de los Cielos, la vida después de la muerte, el perdón de Cristo, etc. Sin embargo, nos encontramos en un momento histórico "postmoderno", en el cual los valores morales de la religión van apagándose, al igual que la propia creencia en Dios, y la represión de nuestros impulsos no encuentra una recompensa superior que la colme de sentido. Mucha gente se siente decepcionada cuando durante la adolescencia, o tras salir de ella, se da cuenta que los valores que le habían enseñado, cuyo referente es la moral cristiana en retroceso, son una mentira. Nadie sigue los valores cristianos como la solidaridad o la piedad, que se le inculca a los niños. El niño crece y se encuentra arrojado a un mundo competitivo, donde el hombre es un lobo para el hombre. Muchos individuos sienten que la represión de sus impulsos no se encuentra lo suficientemente recompensada en una civilización hipócrita y de aquí nace el resentimiento contra la civilización.
Mi teoría es que todos nos sentimos atraídos por la figura del psicópata en cuanto que encarna nuestros más oscuros y profundos deseos de romper con la civilización, destruirla, puesto que ¿qué es un psicópata sino aquel capaz de destruir todo orden social? ¿Acaso no es el asesino en serie aquel capaz de asesinar con tal de dar salida a sus deseos egoístas? ¿Acaso no representa el psicópata una "voluntad libre", una voluntad de poder capaz de cometer los crímenes más horribles, sin restricciones ni sentimiento de culpa?
Ahora bien, si esos mismos oscuros deseos anticivilizatorios son los que nos llevan a identificarnos con el asesino en serie, y puesto que el ser humano no es sólo depravación, al mismo tiempo nos sentimos herederos de una época en la que los valores morales tenían mucha importancia. Los valores eran tan decisivos, que de ellos dependía nuestra vida eterna. También tenían aque
Sin embargo, ahora aparece Dexter, el monstruo puesto al servicio de unos valores morales que no siente como suyos, sino que le vienen de fuera, cedidos por Harry y su Código, pero que encajan con los de aquella vieja tradición moral del "Bien" y "la Justicia". Nos identificamos con él, como voluntad de poder, como ser fuerte, como una especie de super-hombre libre del sentimiento de culpa, y al mismo tiempo no genera en nosotros el rechazo de transgredir esas normas sociales de convivencia que se inspiran en una tradición de valores. Puede que nos inspiren rechazo sus métodos, que si fueran llevados a cabo por el Estado recibirían el nombre de "Pena de Muerte", pero al mismo tiempo empatizamos con él, puesto que, al fin y al cabo, podemos interpretar sus asesinatos como una forma quizá excesiva de hacer justicia, pero un tipo de justicia, al fin y al cabo. Por ese motivo, en una ocasión vemos a Dexter ante una de sus presas, dispuesto a matarla, no sin antes afirmar: "Si existiera Dios y yo creyera en él, estaría conmigo en esta habitación". Así, el protagonista cree estar haciendo "justicia divina" en ausencia de la potestad absoluta de Dios.
Sin embargo, ahora que he contribuido a entender por qué se ha creado el mito de Dexter, casi como ídolo de masas, debo desmontarlo: Dex no es libre, porque su impulso de matar, al igual que el de cualquier otro asesino en serie, es irrefrenable.
En mi opinión, Dexter es la ontogénesis que refleja la filogénesis de la cultura occidental, o dicho de otro modo, el proceso personal por que que atraviesa Dexter es similar al proceso histórico por el cual atraviesta Occidente. Es por esta razón que considero a Dexter el héroe postmoderno. La Postmodernidad es la época atual, en la cual los grandes sistemas de valores heredados de la religión cristiana han desaparecido con la expresión de Nietzsche: "Dios ha muerto". Algunos han situado el inicio del siglo XX en la afirmación de la muerte de Dios procalamda por el filósofo Alemán; otros, con los graves asesinatos de Jack El Destripador. Sigamos investigando para descubrir la razón de esta extraña relación.
Dexter y la muerte de Dios
La postmodernidad significa, literalmente, que el proyecto de la modernidad ha fracasado. En la modernidad, la racionalidad y el espíritu científico experimentaron un desarrollo vertiginoso, con lo cual, la religión fue perdiendo su poder. Sin embargo, los edificios éticos y toda la concepción del "progreso" concebidos por la razón y la ciencia seguían descansando, secretamente, en un mundo cristiano. La razón fue, poco a poco, desterrando a la religión del mundo del conociminto y de la ciencia, pero inevitablemente, también acabó por hacerlo en el terreno de la ética. La racionalidad, como ilustración, como una luz que disipa todas las sombras de la superstición siguió combatiendo el mito, hasta que al final consiguió destruir también los valores que lo rodeaban. Cuando Nietzsche proclama que "Dios ha muerto", que el ser humano cada vez es más consciente de la falsedad que implicaba la religión cristiana, con sus creencias y su decálogo, también murió el hombre que pervivía bajo la protección de los valores del cristianismo. Como dijo Nietzsche, la importancia que el cristianismo otorgó a "la verdad" llevó a Occidente a alcanzar la única verdad, "que no hay verdad". Esto es lo que ha llevado al ser humano al "nihilismo", que significa que el hombre ha llegado a comprender que el mundo y la existencia no tienen sentido, que no existe Dios, y que sin él, no tiene sentido hablar de Bien moral. El hombre que vive sumergido en el nihilismo se encuentra perdido, puesto que le ha sido arrebatada la protección del padre omnipotente, cuya verdad era trasmitida a los hombres. Nietzsche imaginó una nueva etapa, donde el nihilismo se convertía en positivo, donde el ser humano entendía que si no existen las verdades del reino de los cielos que pueden ser entendidas y aplicadas en el mundo, no hay otro camino que crear esos valores desde una praxis completamente humana y terrenal. Sin embargo, la época en la que el hombre, arrancado del padrinazgo de los poderes protectores que le otorgaba una religión y una ética procedentes del cristianismo, toma la responsabilidad de crear unos valores desde la comprensión absoluta de su finitud y de la inexistencia de una justicia de ultratumba, parece no haber llegado todavía.
Este problema fue el que llevó a Tolstoi a realizar su famosa advertencia: "Si Dios no existe, todo está permitido". Este mismo problema afecta directamente a Dex. Durante el transcurso de la serie, Dexter descubre cosas acerca de la vida de Harry, su padre adoptivo, que le llevan a desconfiar de su integridad. ¿Cómo es posible que la figura paterna que guió a Dex por el camino de la justicia no fuera el perfecto e invariablemente justo? ¿Cómo puede ser que "el padre", que siempre sabía distinguir entre el bien y el mal, y tenía una respuesta para cada pregunta y un procedimiento para cada situación fuera tan falibre y humano como el que más? Dexter llega a plantearse si muerta la figura divinizada del padre tiene no estará, acaso, todo permitido. Esta tensión argumental sitúa al espectador ante el dilema que puede llevar a Dexter de ser un brutal y oscuro justiciero a ser un Carnicero sin escrúpulos que mata inocentes o culpables sin discriminación.
La "Razón", que desde la Ilustración francesa se estaba preparando para el papel de sucesora para la moral cristiana, ha resultado ser insuficiente. Las dos guerras mundiales del s. XX demostraron que la razón y la ciencia habían dotado a las naciones de un poder de destrucción inimaginable. La racionalidad, que había servido para organizar la vida de los hombres, es decir, darle un sentido y optimizar la existencia humana, mostró su reverso, la otra cara de la moneda del progreso, en los campos de exterminio de la Alemania Nazi. El poder ordenador de la institución racional por excelencia, el Estado, ejerció una violencia brutal, pero reglada, en lo que fue un holocausto burocratizado. Las personas morían siguiendo un orden premeditado y optimizador del asesinato, con su número en la solapa y sus uniformes que los hacían a todos iguales ante la muerte. Este proceso de pérdida de fe en el progreso y en la racionalidad de Occidente es lo que en los años 70 del s. XX se conceptualizará como "postmodernidad".
El análisis de Horkheimer es bastante parecido al respecto. En la Crítica de la Razón Instrumental Horkheimer asegura que existen dos tipos de racionalidad en pugna, y que uno de ellos está perdiendo, claramente, la batalla. Max Weber había distinguido entre dos tipos distintos de "acción racional": la "acción racional con arreglo a fines" era aquella acción humana que identificaba un objetivo y usaba la razón para procurarse los medios que le permitieran al individuo alcanzar dicho fin. Por otro lado, la "acción racional con arreglo a valores" llevaba a los individuos a actuar conforme a un "valor" que se perseguía por sí mismo, por ser considerado como un fin valioso en sí mismo. En un sentido parecido, Horkheimer habla de "razón objetiva" y "razón subjetiva". La razón objetiva sería la que correspondería a la racionalidad con arreglo a valores según Weber. Lo importante serí el valor en sí, y no un fin egoísta o subjetivo. Bajo la predominancia de la razón objetiva se había desarrollado a lo largo de la historia la religión cristiana y, posteriormente, la metafísica de occidente, donde los valores morales ya no se reconocían como verdaderos con referencia a la religión cristiana, sino que se concebían como valiosos en sí mismos. Sin embargo, poco a poco, en la historia de Occidente se habría impuesto la predominancia de la "razón subjetiva", aquella que coincide con la "acción racional con arreglo a fines" de Weber. Este tipo de razón es el que conduce a los individuos a buscar sus propios fines egoístas, subjetivos, sin referencia a los sistemas de valores culturales. El sentido último de la razón subjetiva es el instinto de autoconservación, pero no se limita a ello. la razón subjetiva ha llevado al ser humano a utilizar las cosas para conseguir otras cosas, es decir, le ha llevado a dejar de valorar las cosas en sí mismas. En este contexto, las personas se convierten en meros medios a utilizar para conseguir otros fines. Esto es lo que se conoce como "cosificación". Se puede cosificar a una persona en cuanto se la utiliza lucrarse, por ejemplo. Las personas, en el sistema de producción industrial, llegan en muchas ocasiones, a ser consideradas por sus jefes como meros engranajes productores de dinero. Esta es la razón por la que algunos han indicado que el comportamiento de las grandes corporaciones, las multinacionales, etc., cumple las características del comportamiento de un psicópata, puesto que carecen de empatía y compasión y utilizan a las personas como cosas, medios para la consecución de sus fines económicos. Los asesinos en serie también cosifican a las personas cuando las utilizan para satisfacer sus fantasías, por ejemplo. Privar a un cuerpo de vida para usarlo escenificando una fantasía sexual, por ejemplo, es uno de los temas más recurrentes en el cine y la literatura sobre psicópatas homicidas. Una persona psicológicamente sana (aunque esta descripción sea vaga y discutible) puede ser consecuencia de la cultura, del consumismo, del capitalismo en cuanto que es la nueva religión del dinero, etc. Un psicópata cosifica a un ser humano porque carece de empatía, es incapaz de verse afectado por el sufrimiento ajeno, y esto le lleva a no poder considerarlo más que como una cosa. Dexter utiliza a las personas para satisfacer su impulso homicida sin atender a otras consideraciones como la compasión ante el terror de sus víctimas. No obstante, el Código de Harry es lo único que le vincula a la "razón objetiva", la "acción racional(premeditada) con arreglo a valores (el código), es decir, a unas normas éticas a las que el protagonista no se siente emocionalmente vinculado. El Código es lo que convierte a Dexter en un héroe justiciero. Sin embargo, Harry se aseguró de conservar la adhesión de Dex a un sistema de valores a través de la "razón subjetva", el egoísmo implícito en la autoconservación. "El Código representa unas normas para la supervivencia", le decía Harry al pequeño Dex.
Puede que el superhombre de Nietzsche, aquel que reconocía que, muerto "El Padre", debía ser él mismo quien se otorgara a sí mismo el don de la creación de valores no haya tenido lugar. Puede que no hayamos encontrado una forma de organizar la vida en sociedad de
Análisis de los personajes
He omitido algunos personajes que no me parecen demasiado relevantes, aunque esto, por supuesto, es algo subjetivo.
Bojiano.