"Dexter", las novelas de Jeff Lindsay

Publicado el 28 febrero 2013 por Valadares

Una de las primeras series que comenté en este blog, allá por el mes de marzo de 2010 fue “Dexter”, de la que ahora estoy viendo la séptima temporada, que en algunos momentos me está decepcionando un poco, rizando el rizo demasiado creo yo. Aún así el personaje sigue siendo fascinante y sigue teniendo casi el mismo tirón que en las anteriores. Claro que alguna de esas temporadas dejó el listón tan alto que no es fácil por lo menos mantenerse. Como digo a pesar de esa ligera decepción la sigo con ganas, esperando a ver cómo se resuelven las cosas. Dexter forma parte ya del imaginario televisivo, una serie con originalidad, dureza y muy poco condescendiente con el espectador, como decía en aquel comentario, es fascinante como los guionistas consiguen que sintamos una cierta empatía y simpatía por un personaje como él. Hoy no hoy a hablaros de la serie, que eso ya tocó, pero sí de algo que seguramente los verdaderos aficionados ya conocen pero que muchos otros no. Es un personaje de novela inicialmente, de una serie de novelas cuyo autor es Jeff Lindsay. Tras el éxito de la publicación de la primera la productora Showtime decidió iniciar la serie, cuya primera temporada sigue con más o menos fidelidad esa novela. Luego digamos que se inspira en algunas situaciones y momentos del resto de novelas pero sigue argumentos propios, siempre manteniendo a los personajes centrales y todas las características de los mismos.
Jeff Lindsay es el seudónimo de Jeffrey P. Freundich, novelista y dramaturgo americano nacido en Florida en 1952. Es licenciado en literatura por la Universidad de Middlebury. Posteriormente realizo un máster en dirección teatral. En sus inicios trabajó como actor y músico. Es autor de más de 20 obras de teatro, algunas musicales, y varias producciones de televisión y de cine. En algunas de ellas colabora con su esposa, Hilary Hemingway, sobrina del conocido novelista. Tras varias novelas y trabajos en periódicos de Florida, la fama le llegó con la publicación de “El oscuro pasajero” en 2004, primera de las novelas dedicadas al personaje de Dexter y que sirvió de base para la serie de televisión. Por esa novela fue nominado a un premio para novelistas noveles, pero fue eliminado del mismo al ver que tenía novelas anteriores publicadas con seudónimo. Otras novelas de la serie son “Querido Dexter” (2006), “Dexter en la oscuridad” (2008), “Dexter por decisión propia” (2010) y la última traducida y que acabo de leer hace poco es “El asesino exquisito”. En inglés la última es “Double Dexter” del 2011.
¿Qué tienen en común las novelas y la serie? Como comenté la primera temporada de la serie parte de la primera de las novelas, siguiéndola con una cierta fidelidad en cuanto a aspectos argumentales y las características básicas del personaje. Del mismo modo la mayor parte de los personajes de las historias en papel aparecen en la serie más o menos con las mismas características. Su hermana, los otros forenses, los agentes de la policía de Miami, el misterioso hermano del protagonista, su novia y futura esposa junto con los dos hijos de esta... Prácticamente todos están en las novelas, pero tras la primera temporada toman caminos distintos y no podemos decir que alguna de ellas esté basada en las novelas posteriores. Sí que tienen momentos tomados de algunas de ellas, asesinos que aparecen en algún momento pueden convertirse en los protagonistas televisivos, pero en ningún caso asociemos cada una de las entregas editadas con las que podemos ver en televisión. También, en general, las formas de comportarse de estos personajes que giran alrededor del protagonista son comunes a ambas. Si hemos visto la serie y luego leemos las novelas veremos como le ponemos cara al mismo tiempo que leemos a todos esos personajes. Deborah es tan mal hablada, seca y borde  en un sitio como en el otro; o Masuka es igual de friki e insoportable en ambas. Tengamos en cuenta que Lindsay, el creador de todo este mundo, participa de forma activa en todos y cada uno de los episodios de la serie. En ambos casos el éxito de los dos medios fue una sorpresa para todos. No esperaban que poner como protagonista a un asesino en serie que trabaja con la policía y se encarga de calmar sus instintos asesinos matando a gente que según el código que le enseñó su padre adoptivo se lo merece llegara a tener el público que tiene. Así que de momento tenemos seis novelas y siete temporadas de serie, la octava llegará a la televisión americana a mediados de año.
Y, ¿qué distingue al Dexter de papel del de la pequeña pantalla? Pues a pesar de tener el mismo aire son algo distintos. Podemos decir que el de la televisión, evidentemente, está algo más suavizado que el de las novelas, más cercano o más simpático para el espectador. Sus actos aparecen como algo más justificados, más razonados y lógicos. En la serie en ese sentido es más suave el personaje, incluso llegando a sufrir en algún momento por aquello que hace. Ese código que su padre le enseñó es la base de su comportamiento e incluso se esfuerza por tener sentimientos humanos. El Dexter de las novelas es, si cabe, mucho más oscuro, más negro y más cruel. Los diálogos internos con ese oscuro pasajero que habita en su interior son mucho más directos, más crueles y justificando más la violencia en la que vive inmerso. Este otro Dexter no solo no entiende la mayor parte de los comportamientos sociales de la gente que le rodea, sino que se burla de ellos, los ridiculiza y sus intentos por comportarse como el resto parecen casi ridículos. Es mucho más cínico con ese tipo de actuaciones, con todo lo que tiene que hacer para encajar en una sociedad que no entiende porque no es capaz de sentir lo mismo que los demás. En este sentido es mucho más frío y mucho más cínico, más directo. Casi todo lo que le rodea puede convertirse en algo que ridiculizar, casi como si el mundo fuera una gran obra de teatro donde él, que no está mediatizado por todos esos sentimientos humanos, dirige todo a su antojo y se ríe de todo. Todo esto cambia en algún momento, pero no voy a contaros ni en cuál ni en qué novela.  El Dexter de las novelas está en estado puro, sin pulir ni suavizarlo para que no aparezca ante el espectador como un asesino despiadado. En las novelas dependiendo de qué esté haciendo o en dónde esté casi tenemos dos personajes distintos, que hablan de formas distintas y ven la realidad también de dos formas. Por un lado tenemos al solitario, que solo está acompañado de su oscuro pasajero, una constate en cada página, frío, seco y directo. Por otro lado tenemos al que está obligado a socializar para que nadie sospeche de él, que cara afuera se comporta como el hombre ideal pero que cuando leemos lo que piensa en realidad no es más que un cínico completo y total, prácticamente sin un solo atisbo de sentimientos humanos.
Las novelas son más o menos cortas, al estilo de la clásica novela negra de toda la vida. Directas y sin demasiadas cosas fuera de la historia principal. Los personajes están perfectamente diseñados y planteados, todos tienen su función. Además de centrarse en el personaje principal en cada una de ellas tenemos a un asesino en serie que se convierte en el antagonista de Dexter, aquel al que su oscuro pasajero tiene más ganas de coger y de matar. Incluso, aún manteniendo los rituales básicos que conocemos de la serie, sus asesinatos no son tan estéticos por decirlo de alguna manera, como vemos en televisión, aquí más de una vez se convierten en algo brutal, o más brutal. La verdad es que se ven más como auténticos asesinatos que como rituales producto de una necesidad interior y una liberación.
Dos Dexter parecidos pero distintos. Si sois seguidores de la serie yo os recomendaría que intentarais leer las novelas, empezando lógicamente por la primera, la más parecida a lo que conocemos. Luego las veremos de una manera distinta, nuevas aventuras del señor Morgan y su oscuridad interior. Yo os las recomiendo, por cierto, todas ellas editadas por Umbriel o Books 4 Pockett.