Ángel Di María ya había marcado su primer gol con la camiseta del Real Madrid el fin de semana en un amistoso frente al Hércules. Este martes, frente a Peñarol por el Trofeo Santiago Bernabéu (que además sirvió para celebrar el 50° aniversario de la primera final Intercontinental de la historia), volvió a convertir para abrir el marcador a favor del conjunto español. Pero no fue un tanto más, sino que fue un verdadero golazo: recibió en tres cuartos de cancha, pasó al primer defensor con un delicioso caño, le destrozó la cadera al central que salió a su marca y ejecutó con su zurda para vencer al arquero rival. Mejor que explicarlo es verlo…
Además de convertir el primero de los dos goles del Madrid, el ingreso del Di María por el lesionado Fernando Gago modificó a un apático equipo de Mourinho que no podía romper el empate a cero frente a los uruguayos. El ex Benfica y Rosario Central, tras la decepcionante aventura mundialista con la Selección Argentina, empezó con el pie derecho su etapa como Merengue.
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