Este consejo me lo dieron hace treinta años. Y es el más prácticoque he recibido nunca respecto a cómo presentar y vender ideas. Se complementa con otra formación: “el oído necesitaque se le machaque”.
Si aplicamos la sentencia a una presentación de ideas, recuerda que te tienes que centrar en un par de ellas, y trabajarlas durante toda la presentación. Avisas de que vas a hablar y las razones que te llevan a ello, luego lo enuncias, y después sacas la consecuencia.
Y si eres directivo y llevas un grupo, acuérdate de esto mismo: di pocas cosas, pero repítelas y repítelas, hasta que se consigan. Aunque te matizo este consejo: se concreto, no hables en lenguaje genérico: céntrate en lo esencial. Y repítelo y repítelo, hasta que forme parte de la visión de tu gente, hasta que piensen…que eso lo pensaron ellos.