Sí sí, divino era todo en Cibeles Madrid Fashion Week -no podría tener un nombre más largo y más chic-, al menos el rato que estuve, ya el último día.
El desfile que fui a ver era solidario, por lo que la ropa era más ponible, ya que luego se subastaba y no es plan de pagar por algo que no te puedes poner porque tiene más cachivaches que un aparato electrónico o menos talla que la que usa un ratoncito. Aunque seguramente para llevar los modelitos que se lucieron habría que tener poca talla, y eso que no los lucieron modelos profesionales, que eso ya sino sería la transparencia, se habría gastado menos tela que para hacerle un vestido a un lápiz.
De todas formas para la cantidad de muchachas y mujeres que había allí, no sería un problema. Todas monísimas de arregladas, taconazos y faldas cortas, melenas lisas al viento -bueno, al movimiento del cuerpo más bien-, caras estupendamente maquilladas y demostrando el buen tipo que tienen. A lo que yo me pregunto, ¿todas las aficionadas, fashion victims, entusiastas, etc. de la moda son siempre altas y delgadas? ¿Es requisito imprescindible? ¿Debería adelgazar 40 kilos para la próxima edición? Las respuestas son: sí, no sé y no.
A los hechos me remito, la gente que está metida en el mundillo de la moda es superdivina de la muerte. Para mí que su jornada laboral es irse al gimnasio, verse todas las revistas de moda y tendencias, probarse trapitos y lucirse, porque sino es algo que no comprendo, ¡son todas iguales!
Este año por lo menos yo llevaba más melena al viento que el anterior, así que algo he cumplido. De aquí a la próxima edición creo que me dará tiempo a conseguir alguna otra cosilla, así que en total me costaría mmm...toda la vida para llegar a parecerme en algo al público que acude a la semana de la moda más importante de Madrid.
Uff, pues tengo trabajo por delante, así que mejor me pongo manos a la obra. ¿Algún estilista/maquillador-a/entrenador personal en la sala?