Temple Bar - Glo Ribas - Irlanda 2017
Sábado, 29 de julio 2017
Después de muchos meses planeando y mirando cosas que hacer en Irlanda llegaba el momento de empezar nuestra aventura por la Isla Esmeralda.
Nuestra primera parada fue la capital del país en la que pasaríamos un par de días. A continuación podréis leer todo lo que dio de sí nuestro primer día del viaje, que otra cosa no pero intenso lo fue.
Empezamos nuestro primer día del viaje a las 3.30h. El vuelo hacia Birmingham, donde haríamos escala, era a las 8h pero debido a la huelga del personal de los controles de seguridad y las largas colas que se formaban para pasar el control decidimos ir 4h antes.
Al llegar a la T2 del Aeropuerto del Prat vimos que en la planta inferior había un montón de cola, al preguntar a un señor si era para el control de seguridad, nos dijo que sí, así que nos armamos de paciencia para esperar. Al cabo de unos 5 minutos nos dio por mirar si la fila seguía hacia arriba y vimos que no... vamos que el señor se pensó que la cola que hacía él para el embarque de la maleta era para el control de seguridad.Subimos a la planta superior y sí, había cola pero tampoco era para tanto. Tardamos unos 40 minutos para pasar el control, lo que normalmente en esta terminal se tarda unos 10 minutos. Como detalle una señora que pasó conmigo el control me preguntó el por qué de tanta cola y al responderle que se debía al tema de la huelga la señora de seguridad se me puso como una fiera diciéndome que no estaban en huelga... le quise aclarar que estaba hablando con la señora, de manera educada, pero como que no salía de sus trece di la conversación por acabada.
Al pasar el control fuimos a tomarnos un café antes de pasar el control de seguridad, el de pasaportes/DNI, para volar hacia Reino Unido. Lo pasamos sin problemas y nos tocaba esperar para embarcar.Embarcamos puntuales y de los primeros, para evitar que nos embarcaran las maletas, y, con la nueva política de Ryanair, David y yo nos sentamos separados. Como sabéis ahora si no pagas no puedes sentarte al lado de la persona con la que viajas, pero tampoco nos molesta, además el vuelo lo pasaríamos durmiendo después del madrugón. Lo bueno es que estábamos de la mitad para adelante así que no tardaríamos en bajar.
Llegamos puntuales a Birmingham así que teníamos 3h por delante hasta el siguiente vuelo. Antes de la espera volvimos a pasar otro control de pasaportes y otro control se seguridad. Después nos tocó esperar. Pensábamos que nos pasaría el rato más rápido pero se hizo eterno, ya que la zona de embarque era pequeñita y la ves en 10 minutos.
Aeropuerto de Birmigham
De nuevo salíamos puntuales y de nuevo estábamos separados, pero dio la casualidad que el señor que estaba sentado a mi lado su mujer se sentaba a lado de David. Así que se cambiaron el asiento y nos pudimos sentar con nuestros respectivos. Durante el vuelo, una vez más, dormimos un poquito y llegamos a Dublín con un poco de retraso, pero nada relevante.Al llegar fuimos a coger el Airlink, el bus que te permite llegar del aeropuerto al centro. El bus tarda unos 30 minutos y cuesta 7€. Los billetes se compran en una máquina que se encuentra en una marquesina y al entrar se valida el billete. En esa misma marquesina hay trípticos informativos que te indican cada una de las paradas que realizará el bus, aunque además se van anunciando las paradas por megafonía y en un cartel luminoso una vez estás dentro del autobús.
Nosotros bajamos en O'Connell Street ya que el hostel lo teníamos al lado. Al bajar fuimos directamente hacer el check in.El hostel donde pasaríamos 2 noches compartiendo habitación con 2 personas más era el Abbey Court Hostel. Escogimos este hostel por su localización ya que se encuentra a menos de 5 minutos del centro. Es un hostel muy original ya que todas sus paredes están decoradas con graffittis y con el precio de la habitación te entra el desayuno. La habitación tenía un buen tamaño y los baños, compartidos con el resto de la gente de la planta, estaban muy limpios.
Fachada del hostel
Nuestra habitación
Dejamos las cosas en la habitación y marcamos un pequeño recorrido para lo que nos quedaba de tarde. Pero, antes de nada, decidimos ir a comer algo porque estábamos hambrientos. La merienda-cena fue en un establecimiento donde servían desayuno durante todo el día. Sin pensárnoslo dos veces nos pedimos unas salchichas con champiñones, huevo frito y patatas (para David) y bacon, huevo frito y patatas (para mí)... como podéis ver nos unimos a "La fiesta del colesterol" por la puerta grande.Merienda cena de David
Merienda cena mía
Tras recuperar fuerzas y vencer un poco nuestro sueño a base de té, fuimos a dar un paseo por la capital irlandesa.Nuestra primera parada fue la Procatedral de St Mary. Esta iglesia se encuentra en una estrecha calle sin perspectiva para poderla contemplar bien. Esto se debe a que sus feligreses católicos protestantes prefirieron esta ubicación que el lugar donde estaba prevista construirla, en el mismo lugar donde se encuentra la actual oficina de correos. Es un edificio noeoclasico construido entre 1821 y 1825 con unas imponentes columnas dóricas. Entramos a la procatedral, pero la verdad es que es más destacado su exterior que su interior. Eso sí, la entrada es gratuita.Procatedral St Mary
Rodeamos la iglesia y nos dirigimos a una de las arterias principales de la ciudad, O'Connells Street. Toda esta imponente avenida está decorada con esculturas que recuerdan y conmemoran las grandes figuras de la historia de Irlanda. Además de estas esculturas hay otra que llama la atención sobre las demás, es la conocida como Spire. Esta aguja de acero de 120m de altura es obra del arquitecto Ian Ritchie y se cree que es la escultura más alta del mundo, gracias a su altura se puede vislumbrar desde cualquier punto de la ciudad.La Spire desde Henry Street
Uno de los edificios más importantes de O'Connells Street es la General Post Office, la oficina principal de correos de Irlanda. El edificio es de estilo neoclásico y fue un lugar muy importante en la lucha de Irlanda por la independencia, ya que fue el cuartel general de los rebeldes durante la Insurrección de Pascua de 1916. Exteriormente es un edificio imponente en el que aún se pueden ver restos de metralla en las columnas. Nosotros pudimos acceder en su interior y os recomendamos que si podéis entréis, porque su interior es una preciosidad.Fachada de la General Post Office
Interior de la General Post Office
A continuación seguimos nuestro paseo por al lado del río hasta llegar al Ha'Penny Bridge. Este precioso puente peatonal fue construido en 1816 y en origen se llamaba Wellington Bridge. Pasó a llamarse el Puente de Medio Penique por dos motivos: el primero su forma, porque recuerda el borde de esta moneda, y el segundo por el importe del peaje que se tenía que pagar, hasta 1919, para cruzarlo.Ha'penny Bridge
Llegados a este punto cruzamos al otro lado del río Liffey para pasear por el casco antiguo de la ciudad. Nuestra primera parada en esta zona fue Temple Bar. Temple Bar es uno de los barrios más populares de la ciudad, y se extiende desde Dame St hasta el río Liffey y del Trinity College hasta la catedral de Christ Church. De día imaginamos que hay ambiente de gente paseando por sus tortuosas calles pero por la tarde - noche la diversión está asegurada, ya que los Pubs se llenan hasta los topes y la música en directo inunda la zona.Esta primera toma de contacte fue a modo de paseo por la calle principal, ya que teníamos pensado volver más tarde para tomar una pinta.
Zona de Temple Bar
No muy lejos se encuentra el Ayuntamiento de la ciudad. Es un edificio de 1779 Thomas Cooley en el que originalmente estaba pensado para albergar la Bolsa, pero se adaptó a mediados del siglo XIX para la función de ayuntamiento. Se puede visitar su interior pero nosotros al ser tarde por la tarde y estar cerrado, optamos por verlo exteriormente. Algo que nos llamó muchísimo la atención fue que se encuentra en una calle en cuesta y su base está fuertemente inclinada.Ayuntamiento de Dublín
Uno de los edificios más característicos de la ciudad es el Castillo de Dublín. Arquitectónicamente hablando no es el típico castillo que hemos visto en películas o hemos imaginado miles de veces, sino que se trata de un castillo del siglo XVIII con una estructura de palacio fortificado. Del edificio original sólo se conserva la Record Tower que data de 1258. Este edificio fue el baluarte del poder británico durante 700 años y actualmente funciona como sala de reuniones y dependencias del Gobierno Irlandés.Nosotros accedimos al recinto por el patio del castillo, conocido como el Upper Yard. Al entrar pasamos por debajo de una escultura que representa la Justicia. Es una escultura de la que teneis que prestar atención, ya que hay varios tics que la hacen menos justa, al menos para los irlandeses: 1 está de espaldas al pueblo, 2 no es ciega, no lleva venda en los ojos; 3 la espada no esta reposando en sus rodillas sino que está alzada y la está mirando, por la cual cosa mira al poder; y finalmente 4 la balanza antiguamente no tenían los agujeros que hay ahora en cada platillo y hacía que cada vez que llovía se desequilibrase. Actualmente están en obras de esa zona del patio, así que tendréis que ver la escultura entre andamios.
Castillo de Dublín
Upper Yard
Detalle de la escultura de la Justicia
Del Castillo nos dirigimos ahora hacia St Stephen's Green, uno de los parque que tiene la ciudad. Pero antes paseamos por una de las calles con más ritmo de la ciudad, Grafton Street. Esta preciosa calle comercial se caracteriza por la gran cantidad de músicos que se ponen en ella a tocar y además fue uno de los escenarios que se eligieron para rodar la película musical Once.Grafton Street
Os dejamos el trailer de la película por si no la conocéis.Al llegar al extremo de Grafton Street nos encontramos con Fusilier's Arch la entrada principal de St. Stephen Green, el pulmón de 9Ha del centro de la ciudad de Dublín. Es un lugar ideal para pasear, descansar en sus bancos, contemplar las flores y, si se disfruta de buen tiempo, hacer un buen picnic en el césped. El que ahora es un lugar tan bonito, en otros momentos de la historia fue lugarAhora este lugar tan bonito fue el lugar donde se realizaban las ejecuciones públicas.
St Stephen Green
St Stephen Green
Para acabar nuestro paseo, y antes de celebrarlo con una pinta de cerveza, fuimos en busca y captura de la escultura de la dublinesa más famosa del mundo, Molly Malone.Dice la leyenda que Molly Malone, y tal y como cuenta la canción, era una pescadera de la zona portuaria de Dublín que empujaba su carro por las estrechas calles de la ciudad pregonando que tenía berberechos y mejillones vivos para vender. La pobre Molly murió por unas fiebres en medio de la calle. Esta canción tradicional, datada en el 1880, ha obtenido el título como himno irlandés y se considera como el himno no oficial de Dublín.
La escultura de Molly en un pasado se encontraba en el inicio de Grafton Street pero debido a las obras del tranvía, se ha trasladado frente a la oficina de turismo en Suffolk Street, a unos 100 metro de su emplazamiento original.
Molly Malone
Llegados a este punto nos merecíamos un descanso, ya que estábamos agotados después de estar en pie desde altas horas de la madrugada. Decidimos volver a la zona de Temple Bar a tomarnos unas pintas de cerveza. El pub escogido es el más famoso del lugar, el llamado Temple Bar. Al entrar nos alucinó la gran cantidad de gente que había y lo mejor... ¡música en directo! Entre la multitud encontramos un par de taburetes libres y nos hicimos con un cachito de barra para degustar nuestra cervecita y disfrutar del buen ambiente.
Interior de Temple Bar
Cuando terminamos pusimos rumbo al hostel. Como que hicimos una merienda cena bastante potente pasamos de cenar, así que preparamos la ropa para no hacer ruido al día siguiente por la mañana, y a dormir.A continuación os dejamos el mapa de la ruta por Dublín de este primer día y en el próximo post seguiremos contando que se puede ver y hacer en la capital de Irlanda.