Día 15. Un antes y un después en el Ganges!!

Por Descubriendo
Antes de empezar estos últimos relatos, me gustaría aclarar que he tardado bastante en escribirlos porque en Varanasi experimenté una serie de sensaciones y sentimientos difíciles de explicar que me han marcado y ayudado en los últimos meses a sobreponerme de esas sorpresas que te guarda la vida cuando menos las esperas...
El viaje va llegando a su fin, pero, no nos podíamos ir de India sin descubrir lo que esconde Varanasi a través de su místico y espiritual río Ganges.Nos ha tocado madrugar bastante, a las 09:30 horas nuestro avión despegará rumbo a uno de los rincones de India más especiales.Después de desayunar y hacer el check-out del hotel salimos hacia el aeropuerto. La despedida con Bauart ha sido muy emotiva, después de compartir más de 3.700 kilómetros y muchas conversaciones tengo la sensación de dejar a una persona con muchas ganas de aprender y superarse en una sociedad con mucho camino por recorrer... Nos ponemos en la cola de Spicejet para facturar y recoger nuestras tarjetas de embarque. Menos mal que hemos venido con tiempo porque tenemos que esperar un rato hasta que consiguen solucionar una incidencia con el pasaporte de Mateo.El aeropuerto Indira Gandhi es muy moderno y dispone de todos los servicios que podáis imaginar.

El avión despega puntual y en poco más de una hora aterrizaremos en el aeropuerto de Varanasi. Este aeropuerto nada tiene que ver con el de Delhi, es muy sencillo y la tranquilidad sólo se rompe al pasar la puerta de salida donde montones de guías y taxistas esperan a los preciados turistas!La elección del hotel donde nos alojaremos durante nuestra estancia en Varanasi ha sido un detalle organizado por Abhisek.Para acceder al hotel The Gateway Ganges hay que pasar unas estrictas medidas de seguridad, no sólo registran el coche cada vez que accedemos al hotel, sino que el equipaje, bolsos y nosotros hemos de pasar por unos arcos de seguridad. La atención del hotel es espectacular, están pendientes de cualquier cosa que podamos necesitar. La habitación, es muy cómoda con vistas a la espectacular piscina. Hemos de decir que estamos muy agradecidos con la sorpresa que nos ha preparado Abhisek, pero, que nos hubiéramos conformado con otro hotel más sencillo porque nuestra vestimenta llama la atención al mezclarnos con el resto de personal en la recepción. Nosotros hemos venido a India a disfrutar del ambiente, gente, cultura del país!!

El chófer se apresura a decirnos que nos recogerá a última hora de la tarde para ver atardecer en el Ganges para que podamos disfrutar de las instalaciones del hotel; pero, nosotros ya le hemos dejado claro a lo que hemos venido a Varanasi, así que, nos vamos a tomar un rato para refrescarnos y nos ha de recoger para perdernos y callejear por la ciudad.

Estoy ansiosa por descubrir los secretos que guarda esta ciudad en cada uno de los rincones. No queremos perder un minuto más en ver el Ganges y esa es la ruta que le marcamos a nuestro chófer.El caos se percibe en sus calles, no hay orden alguno y montones de coches, bicis, rickshaw inundan sus calles.

Nada más bajar del coche, una sensación extraña invade mi cuerpo. Sin lugar a dudas, el primer contacto con Varanasi es duro. Pensábamos que lo habíamos visto todo y nos habíamos inmunizado a las situaciones indias, pero, estábamos muy equivocados.Montones de basura y aguas putrefactas conviven en armonía con niños correteando, animales...

Al pasear por las callejuelas no me pierdo detalle, sin saber el motivo voy callada como si no me salieran las palabras...

Mi gran momento del viaje llega cuando me encuentro por primera vez delante del famoso Ganges!

Nos vamos caminando por los ghats sin perder detalle de todo lo que nos rodea; las imágenes que se muestran ante nuestros ojos son impactantes y singulares!


Se está haciendo tarde y decidimos parar a comer en un sencillo bar de la zona (360rp-5€). Hay momentos que resultan muy difíciles de olvidar, pero, sin saber el motivo noto que esta ciudad es la que en muy poco tiempo ha conseguido engancharme sobremanera!

Mientras comemos no puedo dejar de hacer fotografías del día a día de esta sociedad de la que también nosotros tendríamos muchos valores que aprender.

Varanasi, también conocida como Kashi o Benarés, está situada en la orilla oeste del Ganges y es la ciudad sagrada del hinduismo, con un legado espiritual y religioso que se remonta casi 3.000 años atrás. Santificados por la omnipresencia de Siva y del sagrado Ganges, los cerca de 90 ghats que bordean el río definen la vida de Varanasi.Detrás de los ghats se despliegan estrechas y abarrotadas callejuelas y bazares, donde nos mezclamos con la gente, vacas, sadhus vestidos con sus característicos vestidos color azafrán y montones de devotos haciendo ofrendas en los santuarios.

Llegamos al Templo Vishwanath, consagrado a Siva. Está lleno de gente haciendo sus ofrendas a las diferentes imágenes que hay dentro del templo. Uno de los monjes nos invitan a hacer la nuestra y accedemos encantados, hasta hace poco hemos llevado nuestras pulseras rojas como símbolo de protección.

El resto de tarde la hemos dedicado a callejear por la ciudad, nada mejor que mezclarse con la gente para darnos cuenta que esta es la ciudad más "dura" que hemos visitado en este país. 

Sólo las avenidas principales están asfaltadas; montones de puestos de venta ambulante inundan las calles. Tenemos la sensación que la mayoría de gente camina en la misma dirección, todos hacia los ghats que rodean el Ganges, el lugar más sagrado de India.

Si decidís visitar Varanasi tenéis que ser conscientes que si os mezcláis con la gente os vais a encontrar con mucha gente mayor, muchísima pobreza, minusválidos, niños, moribundos... que harán que se os encoja el corazón en más de una ocasión. Pero, esta ciudad tiene "algo" que la hace única, hay que pensar que muchos llevan a sus familiares a pasar sus últimos días a esta ciudad para terminar cerrando el ciclo de la vida en el Ganges. " Del Ganges vienes y al Ganges has de volver"Pero hay miradas, sonrisas, actitudes de agradecimiento sólo por una sonrisa una caricia que les puedas regalar que quedarán para siempre grabadas en nosotros. Podría decir que hay un antes y un después de mi estancia en esta ciudad.

A esta hora los ghats y el Ganges han perdido la calma que hemos disfrutado hace un rato, ahora montones de personas se concentran en las famosas escaleras preparadas para el momento más espiritual del día. 

Los turistas nos mezclamos con los creyentes, todos venimos buscando experiencias únicas al Ganges.

Los ghats centrales son los más sagrados y desde ellos salen las barcas para hacer la travesía por el Ganges. Normalmente se realiza la travesía al amanecer, pero, nosotros hoy vamos a ver atardecer, asistir al ghat donde se realizan las cremaciones y asistir a la ceremonia diaria desde el Ganges.Pactamos el precio con el barquero (400rp-5.5€) y empezamos una experiencia única por el río más sagrado del mundo.Desde el principio nos relajamos y disfrutamos de todo lo que nos ofrece el momento, los ghats están llenos de vida a estas horas.

Conforme nos vamos alejando vuelve la calma.

Varanasi tiene una olor especial, característico que te invade cuando estás por la zona de los ghats; durante el recorrido cada vez se está haciendo más intenso...El barquero nos ha preguntado si queremos llegar hasta el ghat de las cremaciones y le hemos dicho que sí. Cuando organizamos el viaje, leí bastante sobre este tema y decidí que intentaría visitar algo tan diferente a nuestra cultura. En nuestra sociedad, en la mayoría de los casos tratamos la muerte como un tema tabú, algo que sabemos que está ahí pero intentamos nombrarlo lo menos posible; convirtiéndose en un momento muy doloroso que  supone una experiencia muy difícil de asimilar.Seguramente hayáis leído que los hindús lo ven como el cierre del ciclo de la vida necesario para abrir un nuevo ciclo. Para ellos es toda una celebración dejar de ver sufrir a los enfermos y deciden acompañarlo hasta el último momento devolviéndolo con sus propias manos a las aguas del sagrado Ganges...
Estar delante del ghat de las cremaciones me ha impactado en un principio, es un momento que choca frontalmente con nuestra cultura y tradiciones. Pero, desde el primer momento la idea de como afrontan la muerte no ha dejado de dar vueltas a mi cabeza.

Montones de tablones de madera apilados en las escaleras esperan a ser utilizados por los familiares, normalmente las cremaciones se inician a estas horas y finalizan al amanecer devolviendo las cenizas a las aguas de la vida, las aguas del Ganges según sus creencias.

A pesar de la cantidad de gente que hay, se respira un calma muy especial. Empieza a anochecer en el Ganges y los sentimientos se disparan, muchas experiencias vividas...

Cada día se realiza un ritual de agradecimiento a las aguas del Ganges, donde el incienso, el fuego y los cánticos inundan todo el ambiente haciéndonos vivir una experiencia única. 

                             
La noche ha caído por completo y nosotros nos resistimos a dejar el lugar. No me puedo ir del Ganges sin dejar un recuerdo muy especial para las personas a las que les he tenido que decir un "hasta luego" con todo el dolor de mi corazón...

Varanasi de noche multiplica su caos, sólo están iluminadas las avenidas principales el resto vive en una oscuridad absoluta a excepción de algunos candiles sobre los puestos de comida callejera. Vamos a dar por finalizado este día, pero, dentro de pocas horas le pedimos a nuestro chófer que nos pase a recoger porque no nos vamos a perder el amanecer más espiritual y místico del mundo.... Veremos amanecer desde el Ganges!No tenemos ganas de disfrutar de los restaurantes lujosos que nos ofrece el hotel y le pedimos que nos pare en el centro comercial más cercano para coger cena para llevar a la habitación.
Ha sido un día muy intenso y me cuesta muchísimo conciliar el sueño. Una idea empieza en estos momentos a surgir en mi cabeza: porque siempre nos compadecemos por lo que perdemos en lugar de recordar lo afortunados que hemos sido de poder compartir nuestro tiempo...