Día 2, Cascada Xoxorrin

Por Dinamicline

Amanece nublado en el Valle de Baztan. Estamos alojados en el Hostar Rural Bertiz junto al Parque Natural Señorio de Bertiz. Nos levantamos muy animados, ya que es el cumpleaños de ama. Kariñe, propietaria del alojamento rural nos organiza un fantástico desayuno completo para afrontar este intenso día que nos espera. Tostadas, jamón, zumo, fruta y croissants. Una delicia!

El primer destino es Ziga. Durante nuestro anterior viaje a la zona nos alojamos en una preciosa casita rural en este pequeño pueblo del valle y nos apeteció volver a verlo. Muy cerquita se encuentra el Mirador del Baztan, una preciosa balconada que muestra una panorámica del Valle de Baztan maravillosa con sus caseríos, bosques y prado. Son muchas las formas de conocer y disfrutar de una tierra, entre otras, observar sus mejores panorámicas, y desde este Mirador, vaya si tenemos buenas imágenes.

Desde aquí nos vamos a Erratzu, para adentrarnos en plena naturaleza e ir a visitar el nacimiento del rio Baztan. La Cascada Xoxorrin es un salto de agua de 4 metros al que se llega por un sencillo sendero partiendo de la localidad de Erratzu, atravesando un espeso bosque de hayas, robles, avellanos y castaños (5,6 km ida y vuelta). Un cómodo trayecto que realizamos en apenas 40 minutos. Nos tomamos nuestro tiempo para sacar unas fotos y disfrutar del momento. Y vuelta de nuevo.

Junto a la pequeña Ermita de los Dolores compramos unos fantásticos quesos Idiazabal del Caserio Etxelekua.

Es casi medio día, pero con el desayuno tan abundante que hemos tomado aún no tenemos apetito. Pensamos en un primer momento acercarnos al Museo de Santxotena, pero finalmente nos decidimos por visitar el pueblo de Amaiur.

La localidad de Amaiur es conocida por la gran resonancia histórica de su castillo, derribado en 1522. Destacan además el arco de la entrada, y el crucero de finales del siglo XVII. Esta localidad es un ejemplo típico de pueblo-calle de no más de medio kilómetro de longitud que merece la pena visitar.

Subimos primero hasta el Castillo de Amaiur, desde donde se obtienen unas vistas maravillosas de toda la zona. Ya son las 14.00h.

En Amaiur encontramos un antiguo Molino harinero del siglo XVIII en donde se pueden hacer visitas guiadas para ver el funcionamiento el molino y degustar los tradicionales talos. La visita la realizamos la vez anterior que visitamos el valle, pero no podemos irnos sin probar uno, así que allí que nos acercamos. La oferta es variada: txistorra, bacon, queso, mezclados o de chocolate. Nos tomamos un talo cada uno y estamos más que comidos.

Después de comer nos acercamos al Parque Natural Señorio de Bertiz. Ubicado en el término municipal de Oieregi, en el Parque Natural también declarado Z.E.C. (Zona Especial Conservación), encontramos varios senderos entre 1 km. Y 22 km para poder disfrutar a pie. Entre los servicios del parque se encuentran aparcamiento, parque Infantil con columpios, esculturas, merendero cubierto con barbacoa, servicios públicos y también se encuentra el Centro de Turismo Rural, donde se ubican la oficina de turismo, la tienda de artesanía y las oficinas centrales del Consorcio Turístico de Bertiz.

La historia del Señorio de Bertiz se remonta al siglo XIV, siendo el primer propietario conocido Pedro Miguel de Bertiz. El Señorio se transmitió hereditariamente de generación en generación hasta 1884, año en que adquirió la propiedad Pedro Andres de Oteiza, vecino de Narbate, quien la donó a su hijo. Finalmente, en el año 1898 la adquiere Don Pedro Ciza y Doña Dorotea. A la muerte de Don Pedro, legó por testamento la finca a Navarra y en su nombre a la Excma. Diputación Foral, bajo la exigencia de conservarla sin variar sus características. Así en 1984 el Señorío fue declarado Parque Natural

Ya son las 20.00h. Regresamos al hostal para darnos una ducha y así arreglarnos para salir a cenar. Es domingo en Elizondo y a pesar de ser mes de julio, no hay muchos restaurantes abiertos. Echamos un ojo a Tripadvisor y nos decidimos por tomar un menú en el Restaurante Eskisaroi. Un restaurante acertado para lo que íbamos buscando, pero nada excepcional.

Ha sido un día intenso y muy bien aprovechado. Un domingo totalmente rural en el Valle de Baztan.