El pasado sábado el hotel donde trabajo celebró una noche de chicas. El evento se componía de mujeres con un gran amplio rango de edad, desde muy jovencitas, 18 ó 19 años, hasta los cincuenta y pico y meto el cincuenta intencionadamente porque algún momento de la noche podría haber sido perfectamente una de las escenas de esa película que aún no he visto, pero de la que todos hablan, sí señor Grey, me refiero a usted.
Nada más llegar a mi puesto de trabajo me sorprendí cómo si fuera virgen y nunca hubiese catado hombre alguno. Encontrarme a dos hombres cuya única prenda que ocultaba sus encantos masculinos era un delantal me dejó patidifusa. Pensé que estaba ante alguna cita oculta de sexo alocado estilo Eyes Wide Shut y no iba muy desencaminada porque uno de los juegos de la noche fue… ¡simular posturas de sexo! Y así, me vi observando cómo unas diez o doce parejas compuestas por mujeres adoptaban posturas sexuales al ritmo de una música estridente y mientras un drag queen daba las órdenes sobre las posturas a adoptar: la carretilla, el 69, ‘doggy style’, ‘reverse cowgirl’ o la cucharita. Totalmente ‘amazing’.
Evidentemente, la pareja ganadora se alzó por los gritos y aplausos de mujeres ebrias que jaleaban mientras que sus colegas adoptaban sendas posturas. Se caían, enseñaban sus bragas (pues algunas vestían vestidos-camisetas) o se quitaban sus tacones para ser más rápidas en el juego estrella de la noche.
Las dos actuaciones de desnudo masculino también tienen un gran rato de conversación. No eran nada atractivos ni eróticos y además…¡Llevaban su miembro envuelto en plástico! Este punto me dejó boquiabierta, aunque yo ya no sabía qué circunstancia me había sorprendido más… ¿Llevarían ya su miembro envuelto para poder tener relaciones? ¿Lo plastificarían para no sentir el contacto piel con piel? ¿Para que se mantuviera erecto? Es un misterio para mi: por favor, hombres strippers, necesito saber si esto es una práctica común porque es la primera vez que veo un pene envuelto en plástico (papel film trasparente con el que envolvemos los alimentos).
El resto de los detalles de la fiesta pueden imaginar que también eran groseros como antifaces donde podían leerse palabras que me niego a repetir y pajitas con formas de órgano sexual masculino.
No quiero que piensen que soy una mojigata, pues una de las razones por las que no he visto aún las sombras del señor Grey es porque pienso que he tenido mucho mejor sexo que el que se muestra en esa película, pero considero que una noche con temática erótica festiva por y para chicas tiene que ser algo que no te haga sentir una puta de carretera, ¿no?
Aunque tengo que decir que me lo pasé genial, viendo cómo todo el mundo perdía los papeles y cómo todo quedaba inmortalizado a través de los teléfonos móviles.