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Día 2- Plaza de los héroes, parque de la ciudad y recorrido por Vaci Utca
Nuestros apartamentos estaban justo al lado de la Ópera, por lo que aprovechamos a verla nada más salir de casa.
Desayuno en Alexandra (Andrassy 39), una cafetería muy curiosa que se encuentra en la segunda planta de una librería, con un impresionante salón de estilo renacentista y lámparas de araña.
Bajamos por Andrássy, avenida flanqueada por edificios burgueses impresionantes, y nos paramos a la altura del Museo del terror (Budapest, Andrássy út 60, 1062 Hungría).
El museo del terror fue creado para recordar a todas las víctimas de tortura y asesinato durante los periodos totalitarios del siglo XX que tuvo que sufrir Hungría.
Salimos y nos encontramos con un festival de comida, la calle Andrassy estaba cortada e inundada de puestos de comida callejera. Nos vimos tentados y nos quedamos aquí a comer.
Al final del paseo llegamos a la plaza de los Héroes, donde se encuentra el monumento al Milenario (en honor a la conquista de la cuenca de los Cárpatos).
Bordeamos la plaza y nos adentramos en los inmensos jardines del “parque de la ciudad“.
Su principal encanto es pasear, ir a los baños Széchenyi y contemplar el castillo de Vajdahunyad (que imita a una fortaleza transilvana).
Los baños Széchenyi son muy populares de Budapest, cuenta con las piscinas de aguas calientes y locales jugando ajedrez. Desde mi punto de vista tienen menos encanto que los baños Guellert, estas son como unas “piscinas públicas calientes” en medio de la ciudad. Las aguas son buenas para la circulación de la sangre, artritis y otros trastornos nerviosos. Y para tomar algo en el parque está Kemper, muy agradable.
Para volver al barrio de Vaci Utca cogimos la línea M1 de metro. Esta línea resulta curiosa porque es la línea más antigua de Europa Continental y que aún conserva sus vagones.
Hicimos un recorrido por el barrio de “Bálvaros“, descansamos un rato y nos fuimos a cenar por el barrio judío. Probamos el restaurante Mazel Tov (calle Akácfa), un restaurante inspirado en la cocina de Jerusalén. Tienen un hummus y unas carnes especiadas de escándalo. Precio: 1600/1900 HUF.
Después de cenar fuimos al famoso ruin bar “Szimpla kert“. Un local lleno de grafitis, cachivaches y todo tipo de objetos que podrías encontrar por la calle. Una parada obligatoria para aquellos que quieren probar una cerveza en uno de los lugares más peculiares que hayas visto. Puedes picar algo o simplemente darte una vuelta al son de la música del DJ que pincha.
Más tarde estuvimos en “Fogas Haz“, este otro local tiene 2 zonas separdas. Suele tener múscia en directo y conciertos en la segunda planta del local, otro ruin bar de lo más recomendable.
Después de unas cervecitas y algún que otro baile, nos retiramos hasta el día siguiente.
Continua el recorrido del Día 3 por la basílica de San Esteban, parlamento y paseo por el Danubio.