DÍA 3. Nesebar

Por Nuestrosviajes

La joya del mar negro. Nesebar

Nesebar, conocido como el pueblo de las cuarenta iglesias, resulta ser una de las joyas del mar negro. Un ciudad de singular belleza que elijen como destino veraniego muchos búlgaros y turistas que quieren disfrutar de unos días de sol y encanto.

Nosotros llegamos cuando ya estaba atardeciendo, teníamos esa tarde y la mañana del día siguiente para recorrer esta pequeña península. Tiempo de sobra para verla con tranquilidad.

Qué ver y hacer en Nesebar

El casco antiguo es una pequeña península donde cada diez metros encontrarás con una hermosa iglesia ortodoxa o alguna ruina de lo que algún día fue. Desconocemos por qué levantaron tantas iglesias en este istmo pero los cierto es que es una maravilla de más de 3000 años de antigüedad. Y así lo han reconocido, su reserva arquitectónica e histórica forma parte del Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO.

¿Qué recorrido hicimos?

Nosotros en tres horas pudimos recorrerlo y dar la vuelta por el paseo que bordea la península.

  • Empezamos por la iglesia de San Juan Aliturgetos y un pequeño anfiteatro cercano.
  • Seguimos hasta llegar a la basílica de Merciful Virgin. 
  • Luego callejeamos por las iglesias de Sveta Sofia, Sveta Paraskeva, San Juan Baustista (3 BGN), Sveti Spas (menos espectacular que las anteriores) y Sveti Stefan (5 BGN con pinturas murales en su interior).
  • Y dejamos para el final la más impresionante, la iglesia del cristo pantocrátor. Relájate y disfruta del paseo, te transportará a otra época.

Existe un ticket de 8 BGN para ver varias iglesias y museos, nosotros nos enteramos más tarde. Se vende en el museo arqueológico.

Las fuentes históricas confirman que a lo largo de los siglos ahí existieron hasta 80 iglesias; aunque muchas de ellas han sido borradas por el tiempo.  Algunas datan del siglo V (cuando la ciudad vivía su esplendor cultural y religioso); aunque muchas otras fueron construidas entre los siglos XIII al XVI.

La característica más destacada de las iglesias son las franjas horizontales de piedra blanca y ladrillo rojo, junto con coloridos discos de piedra verde.

Por la noche también tiene su encanto. Se encienden las calles de Nesebar, iluminando fachadas e interiores.

Algunas de las iglesias que hemos mencionado se pueden visitar por dentro, donde se observan paredes cubiertas por pinturas coloridas que dan luz a las oscuras iglesias.

Por otra parte, el puerto de Nesebar tuvo mucha importancia en su tiempo; pero ya ha dejado paso al de la ciudad de Varna. Esta ciudad es la que se encuentra al otro extremo del mar y nuestro siguiente destino.

Como comentábamos en el recorrido; merece la pena rodear esta península por el paseo que te lleva por su playa y algunas de las ruinas más cercanas al mar.

¿Dónde dormir en Nesebar?

La mayoría de los turistas se alojan en los hoteles construidos en la zona nueva. Se encuentran cerca de la playa y a tiro de caminata del casco antiguo. Al llegar cuando ya había atardecido,  sólo nos dio tiempo a un pequeño paseo, recorrer el puerto y disfrutar de la noche en Nesebar. Para llegar hay que cruzar el molino de madera que separa ambas zonas, que te lleva al puerto.

Al llegar tarde, nos dimos un paseo por todas las calles del casco antiguo iluminado. Ya nos hicimos una idea de la belleza que descubriríais al día siguiente, cenamos y poco más.

¿Dónde comer en Nesebar?

Teníamos localizados varios restaurantes para cenar pero estaban cerrados (en temporada baja muchos restaurantes cierran y hasta el 1 de mayo no vuelven a ponerse en marcha).

Acabamos cenando en Dionis, justo enfrente del puerto. Probamos varios pescados, pan de pita, ensalada y alguna otra cosa.

Una cena agradable en la terraza que tenían y con un buen pescado.  Cenamos por 110 BGN/ 4 personas.

Seguimos hacia nuestro próximo destino, la ciudad de Varna. Continua leyendo.