Día 3: Nueva York (Contrastes, Chinatown y Little Italy)

Por Artabria @artabria
Este día tocó madrugar, a las 8.00 h teníamos que estar en el hotel Milford Plaza, cerquita de Times Square, ya que de ahí salía nuestra excursión de contrastes. Tras mirar en varias agencias, decidimos hacerla con el famoso Gerardo. Sólo que ese día había mucha gente y nos dividieron en dos grupos. A nosotros nos tocó con su hijo, Fernando (La empresa se llama VeaNY y os dejo aquí su web).
Creo que eramos 8 personas y la hicimos en la típica furgo americana. En principio termina sobre las 14 h, pero cuando llegamos a Little Italy, la parada final, eran más de las 15 h. Por momentos se hace un pelín larga, pero abundan más los momentos entretenidos y hasta divertidos. Se encargan muy bien de contarte un montón de cosas que de no estar con una persona que vive en la ciudad, no sabrías. 
Esta excursión de contrastes es mejor hacerla el día que llegas a la ciudad, o el día siguiente. Nosotros no pudimos hacerla porque ese día no tenían programada ninguna, pero está muy bien para hacerte una idea de la ciudad, porque te recomiendan locales y lugares que puedes visitar y sobre todo porque visitarás rincones que de ir tu solo igual no visitabas.
La primera parada fue en el estadio de los Yankees, en el Bronx y luego recorrimos parte del barrio, con otra parada en una de sus comisarías. Allí pudimos ver un coche con orificios de bala y parte de la comisaría (eso sí, desde la puerta). Entre otras cosas nos contaron que en algunos edificios apare un cartel que pone "operation clean halls". En estos edificios la policía puede hacer registros cuando ellos lo crean oportunos, porque ya hay antecedentes de tráfico de drogas y otro tipo de delitos.....Lo que vimos en el Bronx fueron muchos graffitis, algunos más espectaculares que otros, pero muchísimos al fin y al cabo.

Operation Clean Halls









La parada para el café/baños también se hace en el Bronx, hay varios locales, pero creo que nuestro grupo se decidió completamente por un Dunkin Donuts, en donde vimos a varios policías entrar y salir con su cafecito y su donuts.
Seguimos dirección Queens en donde vimos las casas de los más pudientes y continuamos hasta el recinto de Flushing Meadows-Corona Park en donde se juega el US Open de tenis y en donde se rodaron algunas escenas de Men in Black. Antes de irnos de Queens tuvimos una visita muy interesante en su Museo de Arte en donde nos explicaron como se construyeron algunos de los túneles de la ciudad (aparecen en Jungla de Cristal 3) y pudimos disfrutar de una gran maqueta de toda la ciudad.



El típico bus escolar. Deciros que si conducís por Estados Unidos y  veis un bus parado con la señal de STOP saliendo de su carrocería, tendréis que parar, tanto si vais detrás como si os viene de frente. 




La última visita era en Brooklyn, en donde aprendimos un poco más sobre los judíos ortodoxos. Choca bastante encontrar una colonia de este tipo en el medio de Nueva York y más cuando aparte de verlos con sus ropas, aprendes sobre su modo de vida.



Bus escolar judío


El gran cementerio de Queens


La visita terminó en Little Italy en donde comimos en un italiano y tras descansar un rato deambulamos por sus calles y por las de Chinatown. Las más importantes son Canal, Worth, Broadway, Bowery, Mott, Pell y Bayard en Chinatown y Broome, Canal, Lafayette, Bowery, Mulberry y Hester para Little Italy. Como veis, algunas calles se repiten porque a veces es casi imposible saber dónde empieza una zona y donde termina la otra. 



Desde allí seguimos nuestro paseo hacia el hotel, perdiéndonos por sus calles hasta llegar a uno de los edificios más bonitos de la Gran Manzana, el Flatiron. Se encuentra en el 175 de la 5ª Avenida, entre las calles 22 y 23. Fue construido en 1902 y se convirtió en el primer rascacielos de Nueva York, con sus 21 pisos. Su nombre oficial es edificio Fuller, pero todo el mundo lo conoce como Flatiron, por su forma triangular parecida a una plancha para la ropa.

Descansamos un ratito en el hotel tomándonos un café (a ciertas horas había una máquina en el hall en dónde te podías servir gratuitamente) y cogimos el metro para disfrutar de nuestro tercer atardecer neoyorquino, en el Top of the Rock, en el Rockefeller Center (27 $)

En esta ocasión no tuvimos suerte, ya que aunque compramos las entradas cuando aún era de día, no podríamos acceder hasta casi una hora después (te fijan la hora de subida en la entrada ). Un poco tristes por no poder haber visto como atardecía, tuvimos que "conformarnos" con las vistas nocturnas que nos ofrecía. Lo mejor, que desde allí puedes ver el Empire State en todo su esplendor. Y así terminó nuestro tercer día!
Por cierto, deciros que el metro de Nueva York es el que menos me ha gustado (después de estar en el de Madrid, Londres, París y Washington). Me parece muy claustrofóbico (hay varios niveles de andenes), antiguo, caótico.... Es cierto que al segundo día, en cuanto le coges el truco a la dirección de los trenes (Uptown o Dowton) se te hace un poco menos complicado, pero no me acabó de convencer.
Visita nuestro Press Kit y síguenos en:Perfil de Facebook, Página de FacebookTwitter, Google+, YouTube,Instagram