Si por algún casual, aún no te has puesto al día con las dos pruebas anteriores, puedes empezar en DÍA 1 y, después, con DÍA 2. (OJO, recuerda SIEMPRE dar a ME GUSTA en la parte inferior de este artículo mediante tu cuenta de facebook).
DÍA 3: Lo primero de todo que has de hacer, es conectarte a tu Facebook y Twitter. Una vez lo hayas hecho, deberás pinchar en ENLACE 1 y dar a la opción compartir en tu muro con el siguiente mensaje:
¡Ya ha salido el 1º Capítulo de "Ese instante de Felicidad"!
Luego, haz clic sobre ENLACE 2 y con tu cuenta de Twitter haz RT. ¡Una vez lo hayas hecho, habrás acabado!
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Un día. Un día todo esto habrá pasado.
No, no era así. Ah, sí, ya me acuerdo: "Un día, de todo esto, sólo quedará una nubecilla."
O al menos era algo parecido. Me lo dijo mi padre, sonriéndome, en aquella cama de hospital, guiñándome el ojo, dándome fuerzas, convenciéndome de que no habría ningún problema, de que todo se arreglaría. Pero no fue así. Al día siguiente él ya no estaba en el hospital. Ya no estaba en el mundo. Ya no está ahora, lo busque donde lo busque. Sí, es como si yo saliera de casa y fuera dando vueltas por Roma, incluso más lejos, hasta Milán, Turín y luego Francia, y todavía más allá, por Tailandia, Malasia o yo qué sé, pero antes sabía que de una manera u otra podría encontrarlo. En cambio, ahora no. Ya no está. No está sobre la tierra. Lo único que espero es que por lo menos Dios exista, si no esta vida resulta ser un verdadero fraude. ¿Una ocurrencia genial de mi padre? Ésta: "La vida es una enfermedad mortal." ¿Otra que me hizo reír muchísimo? "El Alzheimer tiene un lado positivo: cada día tienes la sensación de hacer un montón de amigos nuevos."
Cada día. Sí, mi padre me hizo comprender la importancia de "cada día". Cada día es distinto, cada día cuenta, es único, aunque a veces nosotros no lo valoramos.
SIGUE LEYEEENDO
Agradecimientos a Planeta