Día 3, ¡vamos al teatro!

Por Luciagleon @luciagleon

El pasado jueves tuve mi primera experiencia teatral en tierras inglesas. Vino de la mano de una compañía de actores aficionados, aunque algunos llevan más de veinte años subidos a las tablas, otros comienzan… Y esa es una gran combinación para seguir admirando este arte que me fascina; porque en la soledad del escenario, con el público que puede oír el ritmo de tu respiración, la adrenalina que ha de correr por tus venas tiene que ser…¡wow!

La obra que pusieron en escena fue ‘Ana Bolena’ que salvando diferencias (historiadores no me cortéis el cuello como a ella) es la Juana la Loca inglesa. Me argumento: por la fascinación que la figura despierta tantísimos siglos después, por su ‘ajetreada’ vida y sin duda por la parte que le toca en la ruptura que tuvo Inglaterra con la Iglesa romana. Sin embargo, lo que me fascina de esta figura es que no se estudie en los colegios o institutos ingleses y el conocimiento sobre ella venga de la mano de películas, óperas u obras de teatro.

El teatro era un acogedor y antiguo edificio en la ciudad de Cheltenham. Con tres músicos, vestidos de época, que ponían la banda sonora a la obra con sus instrumentos de trovadores y elegantes acomodadores vestidos con trajes negros y pajarita. Con puntualidad inglesa, la obra empezó con el fantasma de Ana Bolena en escena, quien llevaba su cabeza en el bolso, para dar paso a diferentes etapas de la relación amorosa de Ana y Enrique VIII y las intringulis palaciegas.

El declive personal y mental del monarca y otros aspectos que se me escapan de la contextualización histórica del personaje fueron otras de las escenas que componían la obra, en la que a veces me perdía por razones obvias de la barrera lingüística y porque también pensaba que el inglés utilizado, evidentemente, podría equipararse al castellano nuestro de la Celestina o, sin irnos tan atrás en el tiempo, al de Lorca, que imagino que en ocasiones ha de ser difícil para una persona que no sea hispanohablante.

Sin duda, la experiencia mereció la pena. Y ha despertado mi interés por conocer más sobre esta figura de la que recuerdo leves apuntes de mis clases de historia.