Día 4: Lisboa: Belém - Alcântara - Estrela - Barrio Alto

Por Glo @GloRibas

La Torre de Belém - Glo Ribas - Lisboa 2015


Domingo, 5 de abril del 2015
El día que a continuación os pasaré a relatar era uno de los días que más ganas tenia que llegara. En este día íbamos a conocer uno de los barrios más conocidos de Lisboa, el barrio de Belém. Además era el día de mi santo así que lo celebraríamos tomándonos unos verdaderos Pastéis. Además, por la tarde, descubrimos una parte de la ciudad muy tranquila y preciosa alrededor de la Basílica de Estrela.
¿Queréis saber que vimos y que hicimos en este día? Sigue leyendo, seguro que te gustará.
Como los días anteriores empezamos el día desayunando en la parte preparada para ello en la habitación. Una vez terminamos y preparamos todo lo indispensable para pasar el día fuimos directos a la estación de tren. 
Vimos que había una cola terrible para coger el tranvía para Belém así que después de esperar un rato fuimos a mirar los trenes ya que vimos que los que iban dirección a Cascais paraban en Belém pero... estaban todos suspendidos. Finalmente decidimos ir en taxi hasta el famoso barrio ya que ir en tranvía seria un pelín complicado. De Cais do Sodré a la puerta del Monasterios de los Jerónimos de Belém nos costó 7€ y fue un trayecto de unos 10-15 minutos.

Monasterio de los Jerónimos

Cuando llegamos, súper emocionados, nos fuimos corriendo hacer cola para entrar a ver el monasterio. Además había poca gente esperando, ya que toda la gente que llegaba en tranvía aun no habían llegado. Mientras hacíamos cola escuché que una turista francesa decía algo como "Aujourd'hui est fermé" mi cara de "noesciertoloqueoigo" fue alucinante. Se lo comenté a David y me dijo que lo había entendido mal. Pero no... la pareja de españoles que teníamos detrás nuestro preguntó al señor que controlaba la cola si por ahí se entraba para ver la iglesia y el claustro y le dijeron que sí pero no. Al ser domingo de Semana Santa no se podía visitar el claustro porqué estaba cerrado como otros muchos sitios. No queráis saber como nos quedamos de chafados pero bueno veríamos la iglesia, aunque fuera des de los pies de la nave, porque hacían la santa misa.
Cuando cruzamos la puerta de entrada nos quedamos boquiabiertos. ¡Qué maravilla de iglesia! He visto muchas iglesias en mi vida y creo que jamás había visto alguna parecida a ésta. La decoración de las columnas, de las bóvedas, las dos capillas laterales de los pies de la nave, la tumba de Luis de Camões... toda ella es una maravilla.

Una de las capillas laterales que hay a los pies de la nave

Detalle de las bóvedas de la nave central y laterales

Vista de la zona del altar

Vista de la nave central des de los pies de la iglesia

Tumba de Luis de Camões

No pudimos pasear por la nave central y acercarnos a la zona del crucero porque, como ya os he comentado, al hacer misa sólo dejaban pasar a los feligreses. Después de pasar un buen rato y hacer diversas fotos y vídeos nos fuimos. Al salir, preguntamos si el lunes se podía visitar y nos dijeron que no ya que el lunes todos los museos y monumentos están cerrados. Después de esta frase nos dijimos que teníamos una excusa perfecta para volver ya que si nos impresionó lo poco que pudimos ver la de iglesia como debería ser el claustro.
Paseamos por el exterior del monasterio y la Praça do Imperio. Una vez allí miramos la guía para ver que hacer porque teníamos bastante tiempo libre y leímos que había un museo de arte contemporáneo con obras del calibre de Andy Warhol, Salvador Dalí, Man Ray, On Kawara, Henry Moore, Jackson Pollock... así que probamos a ver si teníamos suerte y estaba abierto y... ¡Bingo! Abierto y además ¡Entrada gratuita!

Exterior del Monasterio de los Jerónimos

Praça do Imperio

Museu Colecção Berardo

Museu Colecção Berardo esta financiada por el mayor coleccionista de arte de Portugal y está a la altura de la Tate Modern de Londres pero, desgraciadamente, no es un punto de interés de los más visitados. Me sorprendió un montón ya que creo que es una colección fantástica y con obras impresionantes. Sin lugar  a dudas, si vais a Belém, reservar algo de tiempo para verla porque no os va a dejar indiferentes.

Alexander Calder

Marcel Duchamp

Man Ray

Salvador Dalí

Casi casi con la lagrimita de emoción rodeada d obras de Andy Warhol

On Kawara

Cuando salimos del museo nos dirigimos a la Torre de Belém. Es una fortaleza Patrimonio Mundial y es uno de los símbolo de la época de los descubrimientos. Fue diseñada como una pieza de ajedrez, en 1515. Sólo la pudimos ver por el exterior ya que era otro de los monumentos cerrados pero nos bastó para quedarnos alucinados. Yo me la imaginaba más grande, David se la imaginaba más pequeña pero ninguno de los dos nos la imaginábamos tan bonita.

David y yo frente la Torre

Vista panorámica de la Torre de Belém

Vista de la torre des de otra zona

A continuación fuimos andado al lado del Río Tajo hasta llegar al Pradão dos Descobrimentos. Al contrario de la Torre de Belém, este monumento nos lo imaginábamos más pequeño pero ¡era enorme! El monumento tiene forma de barco y una altura de 52m. Éste es un homenaje definitivo a la era de los descubrimientos. Vemos representados diferentes en esculturas, de una expresividad exquisita, de los descubridores entre ellos Vasco de Gama. Este monumento si que se podía subir hasta arriba del todo pero preferimos admirarlo desde abajo.

Vista general del Monumento y del Puente 25 de abril

Detalle de la escultura

Jumping in the Padrão dos Descobrimentos

Otra perspectiva del monumento con todos los descubridores

Como buena viajera no podía faltar esta foto con este mega mapamundi

Y como buen geografo... ¡tampoco podía faltar esta foto!

Entre una cosa y otra llegamos al mediodía y fuimos a comer. Estuvimos en un bar restaurante sencillo, donde comimos bacalao al horno, justo enfrente de la archiconocida pastelería de Belém. Nos fuimos del bar sin tomarnos ni postre ni café ya que nos reservamos para tomarlo en la pastelería.
Gracias a los amigos de Cómete el Mundo, nos ahorramos de hacer la hipermegacola para comer unos pastelillos. Leímos en su blog que justo en la puerta de al lado de la pastelería hay otra puerta que te lleva un salón con mesas para tomar café y los dulces. Cuando entramos pensábamos que seria complicado porque la sala era pequeña pero empezamos andar y andar y cada vez aparecían más salas hasta llegar a la última.  En esta última como mínimo hay unas 100 mesas. En la entrada a este comedor hay un sitio donde poder hacer cola y uno de los camareros te indica donde sentarte. No os penséis que se tarda mucho en poder tener mesa ya que al ser tan grande siempre hay gente que se va, nosotros como máximo esperamos 3 minutillos. Además de poderte tomar un café y unos pasteles puedes pedir que te traigan los pasteles para llevar a casa y los pagas con el resto del pedido. Este momento de relax degustando los pastéis recién hechos fue algo que nunca olvidaré.

Fachada de la Pastelería de Belém (Donde hay el coche blanco hay la entrada al salón de té)

Este es el gran salón que hay al final de tantos pasillos y pequeños saloncitos

¡No pueden está más ricos estos pastéis!

Cuando terminamos de nuestra sobremesa fuimos a buscar el tranvía, una parada antes de donde se agolpaba todos los turistas para poder sentarnos, y nos dirigimos hasta el Puente 25 de abril.Este puente se suele comparar con el Golden Gate de San Francisco por su parecida arquitectura. Este se construyó en el 1966 y tiene casi 2,27 km. Antes era conocido como el puente de Salazar pero en 1974 un manifestante cambió el nombre por el actual.Vale mucho la pena poder pasear por su lado  por debajo de él. Es una mega estructura que no puedes dejar de mirar y de hacer fotos. Esos tirantes rojos y el ruido de los coches y de los trenes que pasa por él no te dejarán indiferente si lo visitas.

Panorámica del Puente de 25 de abril

Jumping in the bridge!

Vista de la parte inferior del puente

Terminamos esta visita paseando por la Doca de Santo Amaro donde hay diferentes restaurantes y terracitas y un club náutico. Cuando llegamos al final del paseo decidimos ir a buscar el metro y pasarnos un momento por el apartamento a buscar unas cosas y planear el resto de la tarde.
Cuando ya tuvimos trazado el plan de que hacer bajamos a buscar el autobús que no llevaría hasta el barrio de Estrela. Nos hizo mucha gracia el autobús que cogimos para ir hasta allí. Era una especie de minibus que iba como las balas por las calles estrechas y empinadas de Lisboa. Nos quedamos sorprendidos al ver que en menos de 10 minutos llegamos a nuestro destino.
Lo primero que visitamos fue la Basílica de Estrela. La basílica es neoclásica, se terminó de construir en el 1790 por orden de Doña María para agradecer a Dios haberle dado un hijo varón. Al entrar en la iglesia vimos que estaban apunto de empezar misa así que, aunque estaba prohibido y vimos como el cura echaba bronca algunos turistas, nosotros nos libramos, hicimos 4 fotos del interior y salimos por patas.

Exterior de la basílica de Estrela

Detalle de la bóveda de cañón pintada

Vista de la nave central y una sección de la lateral

En frente de la basílica hay el precioso Jardim da Estrela. Es un lugar ideal para pasear y descansar en alguno de sus bancos o en el césped. Se puede ver en él una gran variedad de plantas y arboles además de un estanque con patos.

Patitos paseando por el parque

Pergola central

Vista de una parte del jardín

Al terminar la visita leímos en la guía vimos que no quedaba lejos la Casa de Amália Rodrigues, la famosísima cantante de fado y el Palácio da Assambleia da República, el parlamento portugués. La Casa no la pudimos visitar ya que a esas horas estaba cerrada así que nos tuvimos que conformar en ver su exterior.

Casa Amália Rodrigues

Con el parlamento nos pasó lo mismo pero ya era de esperar. Ese edificio me sorprendió muchísimo ya que es una gran mole blanca con columnas dóricas y las esculturas en la puerta que representan: la templanza, la prudencia, la fuerza y la justicia.

Parlamento

De nuevo replantamos nuestra ruta tras ver el parlamento. Como que empezaba a refrescar decidimos ir hasta la zona de barrio alto que no habíamos visto dando un paseo.
Una vez en Barrio Alto nos dirigimos a ver el atardecer des del Miradouro de Santa Catarina. Las vistas de la ciudad de nuevo eran fantásticas que no nos quedas mucho porque las pintas que habían por allí no eran las mejores.

Panorámica des del Mirador de Santa Catarina

Para terminar el día de mi santo fuimos a tomar una cervecita en un bar restaurante que nos recomendó Vanessa, la chica del apartamento. Este se llamaba Pharmacia y se encuentra en el museo boticario de Lisboa. Sirven comida mediterránea pero el precio era algo elevado para nuestros bolsillos así que nos conformamos a tomar una cervecita.

Tomando una cervecita en Pharmacia

Para cenar seguimos con nuestro ritual de Faca & Garfo. Esta vez David cenó ternera con salsa y yo probé otro plato típico portugués, la alheiras. La alheira es una especie de butifarra, sin la tripa que envuelve la carne, de pollo ahumado. No está mal pero no fue de los platos que más me entusiasmaron. Esta noche cenamos los dos por 23€ ya que no probamos ni el queso, ni el pan ni pedimos postre.

Alheira

Esta seria nuestra última noche en Lisboa, el día siguiente sería nuestro último día en la capital lusa, sería un día muy tranquilo, pero eso aun no lo sabíamos.