Día 5: Nueva York (museos y Central Park)

Por Artabria @artabria
Este puede que sea el día más tranquilo que pasamos en Nueva York en lo que se refiere a lugares visitados, aunque siguiendo la tónica del viaje, nos pegamos unas buenas caminatas.
Empezamos desayunando en el hotel. Como os comenté en otra entrada, no teníamos el desayuno incluído, pero en recepción había una máquina de café en la que te podías servir a tu gusto a ciertas horas del día. Nos cogimos un chocolate con vainilla (todavía recuerdo su rico olor, mmmm) y nos acercamos al Dunkin Donuts que teníamos a menos de 5 minutos del hotel y nos cogimos una caja de 6 por 3,99 $ gracias a unos descuentos que nos habían dado.
Después de darnos el desayuno padre nos dirigimos a la estación de metro para acercarnos a la zona de los apartamentos Dakota, enfrente del Central Park, en el Upper West Side. Los apartamentos Dakota es, aparte de un edificio precioso, el lugar en donde vivía John Lennon cuando lo asesinaron en 1980. A su altura, y dentro del parque, nos encontramos con Strawberry Fields (en la calle 72), un homenaje al ex-Beatle. Siempre hay flores frescas y un mosaico que forma la palabra Imagine. Yoko Ono sigue viviendo allí, al igual que otros muchos famosos y Polansky rodó allí La semilla del diablo.

Desde allí seguimos caminando por Central Park West hasta encontrarnos con el Museo de Historia Natural (a la altura de la calle 79. Habíamos oído que era gratis y que podías dejar la aportación que consideraras. No os los puedo confirmar porque cuando llegamos había tantísima gente haciendo cola en los mostradores que compramos las entradas en unas máquinas en las que la cola era bastante menor. Pagamos lo que ponía, 19 $ por persona. Os hará falta el día entero para verlo todo, nosotros le dedicamos toda la mañana y nos quedaron cosas por ver, pero estábamos realmente agotados y ya nos apetecía cambiar de aires. No sólo os encontraréis fósiles y animales, también os encontraréis salas de trajes ceremoniales, de antropología asiática y africana.....Es realmente recomendable!











Ya eran sobre las 15.30 h más o menos y estábamos preocupados porque no encontrábamos un local para comer cuando nos dimos de bruces con el Uno Chicago Grill (en Larpeiradas tenemos una pequeña reseña).
Después de una buena y rica comida nos adentramos en el Central Park y lo cruzamos hasta el Upper East Side para ver otros dos museos, aunque no entramos, el Metropolitan Museum of Art y el Solomon R. Guggenheim Museum. Los vimos por fuera y nos volvimos al parque para ver su gran lago o Reservoir. Los trabajos de acondicionamiento de este gigantesco parque comenzaron en 1857. Tuvieron que nivelar el terreno, desecar pantanos, crear lagos artificiales y plantar numerosos árboles. Mide 4 km de norte a sur y 1 km de este a oeste. Los senderos señalados miden unos 90 km. A veces puede parecer un poco difícil orientarse, pero si os fijáis en las farolas, sus dos primeros números os dirán a la altura de que calle estáis. 



Luego vimos la Fuente de Bethesda y The Mall, una avenida con estatuas de escritores famosos. Si vais con mucho tiempo a Nueva York, podréis dedicarle todo el día al parque y creo que nos cansaréis de recorrerlo porque es precioso y con muchísimas cosas por ver, nosotros tuvimos que conformarnos con dedicarle la tarde.







Vimos atardecer y salimos por la 5ª avenida, a la altura del impresionante hotel Plaza. Justo enfrente tenemos la tienda de Apple, cuya característica más importante es que es un cubo de cristal. En esa misma plaza también está la tienda de juguetes en la que nos podemos encontrar el famoso piano de la peli de Tom Hanks, Big. Nosotros estábamos tan cansados que no teníamos ni ganas de acercarnos a ella, así que cogimos el metro y nos fuimos directos al hotel. Tocaba descansar antes del último día en la Gran Manzana.

Antes de volver al hotel, nos fuimos a cenar a una pizzería que estaba en la 5ª Avenida, entre nuestro hotel y el Empire State. Creo que es el sitio más cutre en el que he comido nunca. No creo que pudiera pasar un control de Sanidad, pero la pizza estaba de miedo. Dos raciones de pizza y dos bebidas por menos de 10 $. Por si os interesa comer bien y barato y no os importa cómo es el local, os dejo el nombre, Empire Pizza.Y hablando de la limpieza de los locales de restauración, hay varios niveles en los que pueden estar catalogados, siendo "A" la mejor (más limpieza, mejores condiciones higiénico-sanitarias...) y "C" la peor. Están obligados a poner la calificación obtenida bien visible, pero nosotros sólo hemos visto "A" o nada. Supongo que no les interesara mucho que la gente sepa que tengan una "C". El Empire Pizza me da que debía de tener una "C".
Esta era la ruta original para ese día, pero al teleférico ya habíamos subido el día anterior.
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