Día 5: un paseo

Por Guillermo Garcia-Sauco S. @guillesauco

10.9.2015. Este día fue el más caluroso de todos, casi llegamos a los 30 C y el sol pegaba bastante fuerte, así que por la mañana decidimos descansar. Ni siquiera al gato le apetecía moverse ni jugar. Estuve observando los polinizadores que acudían a las flores del patio, aunque todavía no los he identificado.

Después de varios días trotando por los campos de Iberia, nos encontrábamos hambrientos y somnolientos. Decidimos planificar un pequeño paseo por la Sierra de Chinchilla para la tarde.

Sobre las cinco ya estábamos en camino. El día no fue bueno para bichear, pero encontré, bajo unas rocas cerca de las barbacoas, un nuevo caracol que no conocía: Xerocrassa subrogata (Pfeiffer, 1853).

Siguiendo el camino, nos fuimos desviando en busca de una abubilla (Upupa epops) que apareció de repente, y seguimos caminando sobre lomas y entre romeros y espartos hasta llegar a la Casa del Agua, que nos mostró una escena bastante desoladora, pues esta se encontraba prácticamente vacía. A pesar de las lluvias generosas, no sé cómo, dentro de la piscina, a la que no puede acceder la fauna, no había casi agua. Espero que fuera una cosa puntual, porque es una zona interesante. Acercarnos allí nos sirvió para encontrar un pequeño saúco (Sambucus nigra), creciendo entre los juncos churreros del agua que brota por la zona… No hubo grandes observaciones de fauna esta vez y acabamos muy cansados porque anduvimos bastantes kilómetros. Era el penúltimo día.