A las 8:30 horas arrancamos. El minibús cómodo y cuando no llevamos ni 10 minutos ponen la música a todo trapo y luces de colores, esto parece una discoteca. Nos esperan 85 km hasta llegar a nuestra primera parada, el pueblo de Kharanagh. Vamos todo el rato por autovía y un par de kilómetros antes de llegar Hasan, que es como se llama el guía, nos dice que nos pongamos los cinturones, que está la policía.