Día 9 – Mi jefe no me entiende

Publicado el 17 julio 2014 por Vdeblogger

Mi jefe: ¡Buena noticia! A partir de ahora, tenemos nuevo producto y vas a tener muuucho trabajo.

Yo: ¿Ah sí? (con cara de esperanza, deseando que me diga que voy a poder ir a algún viaje, que le voy a acompañar a reuniones, que me va a subir el sueldo…)

Mi jefe:  (con cara de entusiasmo) Vas a tener que hacerte una presentación bien hecha, y si necesitas ayuda, la pides. Y vas a prepararte muchas muestras. Y las vas a coger, meterlas en un sobre y las vas a mandar a todos tus contactos. También a ese que está en Bélgica. Y, bueno, a todo el mundo. Aunque no a todo todo el mundo, porque ya sabes que todo el mundo..bla bla bla bla… y les vas a llamar y les vas a pasar los precios. Y te lo preparas todo. Y, si tienes dudas, ya sabes… bla bla bla bla…

Yo: Bueno, vale, lo entiendo. (Dentro de mí: ¡¡¡Si no fuera porque esto mismo me lo dijiste hace un mes!!! Que las presentaciones ya las tenemos hechas. Y sí, ya sé que tengo que mandar muestras a todos mis contactos. Incluido a ese del que nunca recuerdas su nombre que es de Bélgica. Sé todo lo que tengo que hacer. Es mi día a día, ¡no hace falta que lo repitas como si fuera algo excepcional o como si no lo supiera!)

Yo: (en voz alta) OK al nuevo producto, pero ya tengo iniciadas conversaciones para seguir con el producto anterior. De hecho la semana pasada ya estuve en el ministerio y esta semana tengo reunión con los de ICEX…

Jefe: (cara de poker). Bueno, pero eso ya no tienes que hacerlo.

Yo: ¡¡Pero llevo 1 mes detrás de ello!!

Jefe: No pasa nada, vas a tener mucho trabajo.

Ser jefe es difícil, lo sé.

Por eso yo aprecio y valoro al mío. Pero hay veces que estos cambios de opinión, indecisión… desesperan. Especialmente porque, volviendo al famoso Día 1 – Profesional de Comercio Exterior, ¿infravalorado?, llega un momento en el que piensas que no toman en serio tu trabajo.

Yo soy la primera que entiende que me están abonando un sueldo con el fin de que obtenga resultados por ventas. Y que, por tanto, sólo van a esperar de mí resultados.

Eso lo comprendo y lo valoro. Es por eso que no tengo inconveniente en trabajar más horas de las marcadas en mi contrato, puesto que sé lo que se espera de mí desde la empresa (y lo que yo espero de mí misma) y sé que 4 horas al día (mi contrato) no son suficientes.

No obstante, a veces resulta un poco tedioso este cambio inesperado de objetivos y de procedimientos. Especialmente teniendo en cuenta que las áreas en las que nos movemos en mi empresa son relativamente complejas. Con esto quiero decir que, aunque los resultados no se consigan de un día para otro, el trabajo que hay detrás es elevado.

Pero sé que no todo es “culpa” de la empresa o de mi jefe.

Y aquí la autocrítica: soy consciente de que debería gestionar mejor la comunicación con mi jefe y hacerle ver los progresos de mis trabajos. De esta manera, verá que no estoy simplemente sentada delante de un ordenador haciendo llamadas a no se sabe quién. Sino que tengo un plan en mente, unos objetivos, y que estoy trabajando duro para conseguirlo.

Esta es una pequeña reflexión que, a mi entender, si tiramos del hilo, da para pensar largo y tendido.

Sobre todo porque es un asunto sobre el cual me gustaría volver, pero esta vez enfocado hacia los Consultores de Comercio Exterior. Me gustaría exponer cuál, desde mi humilde punto de vista y experiencia, puede ser una de las razones por las que las empresas, especialmente las que comienzan a internacionalizase, son tan reacias a contratar sus servicios. Todo muy ligado con lo que aquí expongo. [contact-form]

Si has llegado hasta aquí, Gracias :)


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