Día de Difuntos: Ecuador se entrega a la colada morada y las guaguas de pan

Por Miguel Angel Montesinos Sanchez @EcuadordelSur

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Hablar de Colada Morada o del 2 de noviembre para los ecuatorianos encierra un mismo simbolismo: los difuntos. Se trata de una de las celebraciones más arraigadas y exclusivas de la cultura ecuatoriana.
Para muchos es una celebración prehispánica; para otros, hispánica y algunos casos se dice que es el claro ejemplo del sincretismo religioso.En el período prehispánico los difuntos ocupaban un lugar importante en las creencias de los grupos humanos, las investigaciones arqueológicas han demostrado que los antepasados creían en el más allá y que establecieron una posible relación entre las personas y los seres del "otro mundo". En la época de la Audiencia de Quito se introduce un nuevo elemento en torno a los difuntos: la teología Católica, lo que da como resultado una mezcla de lo prehispánico, con lo hispánico, de ahí que la celebración del día de los difuntos tenga rasgos culturales compartidos.
El cementerio se convierte en este día en el lugar preferido para visitar a los difuntos. En las áreas rurales como donde nos encontramos, donde los cambios culturales son más lentos, la gente lleva a la tumba de sus antepasados colada morada y guaguas de pan. Allí todos comparten no solo la comida sino también las novedades e inquietudes de la familia, es decir, le ponen al difunto al día sobre los acontecimientos ocurridos desde su partida o desde la última vez que lo visitaron. El dos de noviembre sigue siendo para muchos un verdadero reencuentro con los antepasados.

Entre los indígenas la celebración es diferente, aunque también consumen la colada morada y las guaguas de pan. La diferencia de la celebración es que los indígenas llevan todos sus alimentos para ingerirlos en el cementerio, lugar donde se encuentran enterrados los seres queridos. Entre los indígenas hay la idea de que la muerte es una transformación, no un desaparecer, por tal motivo ellos llevan la comida para comer junto a los difuntos.
Esta costumbre prehispánica sobrevive en el presente y es parte del Patrimonio Cultural Material e Inmaterial del Ecuador. Hay que saber distinguir estos dos elementos, lo material e inmaterial, que están contenidos, en este caso, en la comida: lo tangible están en el empleo de mortiños, sangoroche, piña, maíz negro, para la colada morada (es una referente de la sangre); y lo intangible está en la práctica y significado de elaborar y brindar esta colada (la sangre a los muertos).
Fuente EcuaWorld