por Natasha Pitts
Se estima que en Colombia haya hoy entre ocho mil y once ml niños y adolescentes actuando ilegalmente como soldados.
En el mundo, este número puede llegar hasta 300 mil, ya que países como la República Democrática del Congo, Sierra Leona, Sudán, Afganistán, Paquistán e Israel son adeptos a esa práctica. Este flagelo se volvió un de los grandes desafíos del país latinoamericano, que todavía no consigue garantizar a miles de menores los derechos básicos de la infancia y adolescencia.
El reclutamiento de menores para el conflicto armado fufe prohibido el día 12 de febrero de 2002 por el Protocolo Facultativo de la Convención sobre los Derechos de Niño de la ONU. Sin embargo, la firma de este mecanismo, no intimida a los grupos paramilitares para que continúen atrayendo engañosamente a niños y niñas.
Para sensibilizar a la población colombiana y pedir el fin de esta práctica criminal, Amnistía Internacional realizará mañana (5), a partir de las 11h30 minutos, en la Plaza de Armas, la acción "Día de la Manos Rojas”. Durante la movilización, los transeúntes serán invitados a pintar sus manos de rojo y ponerlas sobre un papel, como símbolo de repudio a la práctica de reclutamiento de niños, reforzada principalmente por grupos armados ilegales.
En esta ocasión, también serán colectadas firmas para reforzar a petición que será entregada al gobierno de Colombia por medio de su embajador en Chile.
A pesar que se estima existen entre ocho y once mil niños combatientes, una cantidad mucho mayor está vinculada al conflicto existente en Colombia. Mientras unos menores toman las armas, otros son utilizados como ‘detectores humanas de minas’ para que los ejércitos puedan avanzar sin sorpresas.
Es más común que los niños sean reconocidos como principales víctimas, sin embargo las niñas aun siendo minoría, también sufren en manos de los grupos al margen de la legalidad, como las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc) y el Ejército de Liberación Nacional (ELN), que llegó inclusive, a realizar campañas de reclutamiento en escuelas.
Las niñas son utilizadas, generalmente, para la ‘prestación de servicios sexuales’. En caso queden embarazadas, son castigadas y obligadas a abortar. De acuerdo con informaciones del la Oficina del Promotor General Colombiano, en 2008 fueron estudiados 183 casos de mujeres y niñas afectadas por la violencia sexual. De estas, 31,2%, habían quedado embarazadas y abortado, estando vinculadas a grupos armados. Además cerca del 40% enfrentó la violencia sexual y la interrupción del embarazo entre los 11 y los 14 años.
Por pasar desapercibidas, las niñas reclutadas terminan siendo excluidas de los programas de desarme, desmovilización, rehabilitación y reinserción social. Pese la declaración de Pekín reconocer que los conflictos armados afectan de forma específica a mujeres y niñas y la Plataforma de Acción incluir objetivos específicos de protección, ellas todavía continúan siendo afectadas fuertemente y sin la atención adecuada en el contexto de los conflictos.
Para evitar que esta violación a los derechos de niños, niñas y adolescentes se continúe perpetuando, entidades como la Coalición Colombiana para Acabar con la Utilización de niños soldados, la Coalición Española, Amnistía Internacional, entre otras, piden más atención del gobierno de Juan Manuel Santos a este flagelo, prohibiendo inclusive, que el ejército colombiano reclute menores como informantes. El Estado necesita poner fin a los interrogatorios de menores e investigar los abusos, además de poner en práctica las resoluciones del Consejo de Seguridad sobre niños en conflictos armados y los acuerdos internacionales sobre menores de edad.
Fuente: adital.br