La famosa "pirámide de los alimentos", cada vez está más cuestionada. En general se recomienda aumentar el consumo de vegetales y frutas frescas y reducir el de hidratos de carbono. A mí me gusta más el "Plato de Harvard", desde mi punto de vista más visual y fácil de adaptar a lo que comemos, aquí os dejo una imagen y un enlace para saber más:
https://www.huffingtonpost.es/entry/que-es-el-plato-de-harvard_es_5cc338cee4b08e4e3481d3a6
Como resumen de lo que recomienda el PAPPS (Programa de Actividades Preventivas y de Promoción de la Salud) “el resultado final de cualquier dieta no es únicamente la suma de los alimentos saludables sino también la resta de los menos aconsejables” por este motivo señala la importancia de promover otras medidas:
1. La cesación del consumo de alcohol: Es claro ya que no existe consumo sin riesgo y que cualquier ingesta de alcohol entraña riesgo para la salud, aumentando el riesgo de cáncer de cólon, boca, laringe, esófago, hígado y mama. Y NO, no se ha demostrado NINGÚN EFECTO CARDIOSALUDABLE.
2. La reducción del consumo de azúcares:
La semFYC también aboga por la reducción del consumo de bebidas azucaradas. “En términos alimentarios, el consumo regular de bebidas azucaradas y su introducción en la dieta es uno de los elementos que más significativamente ha contribuido al aumento de la tasa de obesidad. Hay que tener en cuenta que una lata de refresco contiene alrededor de 35 gramos de azúcar y se corresponde con 140 calorías”, explica Rodrigo Córdoba García
coordinador del Grupo de Educación Sanitaria y Promoción de la Salud del PAPPS de semFYC. De hecho, se ha constatado que las personas que consumen dos o más bebidas azucaradas por día tienen el doble de riesgo de tener síndrome metabólico, aumento de triglicéridos y disminución de colesterol HDL o colesterol “bueno”.
Con el objetivo de actuar sobre una de las causas que generan mayor carga de enfermedad, este Grupo de la semFYC se ha posicionado a favor del impuesto especial sobre estas bebidas azucaradas, ya que estima que un impuesto del 20% sobre el precio básico podría lograr, en nuestro país, una reducción efectiva del consumo de calorías en la dieta del 4,7%.
Este porcentaje se traduciría en una pérdida de peso corporal de 725 gramos por año como promedio.
“La batalla por los impuestos sobre las bebidas azucaradas ha empezado ya a nivel mundial, y es la OrganizaciónMundial de la Salud OMS la impulsora de la misma”, señala Córdoba García. Cataluña empezó aplicar el impuesto en mayo de 2017 y los datos de diferentes estudios independientes han mostrado una reducción del consumo.
3. No superar las dos raciones diarias de lácteos (idealmente una única ración):
Con el objetivo de mantener un equilibrio entre sus efectos sobre la salud y su impacto socioeconómico y medioambiental. Una dieta sin lácteos es perfectamente saludable si incluimos en la dieta alimentos que nos aporten las proteínas, vitaminas y minerales que aportan los lácteos (legumbres, frutos secos...)
4. La cesación del consumo sistemático de complementos vitamínicos y/o los llamados alimentos enriquecidos:
Entre población sana se ha comprobado su nula incidencia en la prevención de enfermedades como el cáncer, la diabetes, enfermedades cardiovasculares y de deterioro cognitivo. (Vamos, que NO SIRVEN PARA NADA)
Como excepción a esta norma sí se recomiendan los suplementos de ácido fólico para mujeres embarazadas, ya que han demostrado una disminución en los defectos del tubo neural del embrión.
¡¡Espero que esta información os resulte útil para mejorar la alimentación de toda la familia con la mejor evidencia científica!!