Ni siquiera sé por qué escribo todo esto, supongo que para no volverme loca, tengo la necesidad de sacarlo todo fuera y un bebé de diez meses no es la mejor opción. ¿Habrá alguien ahí fuera? , ¡Dios! Qué pregunta más estúpida, están ellos, esperando el momento de hincar sus dientes sobre mí. Están hambrientos y yo soy un manjar exquisito simplemente por estar viva. Quién iba a pensar que eso iba a resultar un defecto.
La pierna me ha dejado de sangrar. Con todo lo que me he tomado casi ni la siento, lo malo vendrá cuando despierte, aunque ahora prefiero no pensar en ello. La verdad que tiene una pinta horrible con la carne desgarrada, descolgándose del resto como trozos muertos de carne; y creo haber visto el hueso. He perdido el conocimiento varias veces, es un milagro que aún siga viva.
De lo que se come se cría, esa es una frase que no puedo quitarme de la mente. Tal vez tenga que hacer como Richard. Aunque no creo tener el valor suficiente para medidas tan drásticas y cortar mi propia pierna. ¿Hasta donde llega mi deseo de sobrevivir? Al menos no tendré que comérmela; tengo comida suficiente para una temporada y el agua tampoco será un problema, el depósito del tejado está lleno, gracias a las lluvias de hace unos días. El único problema a corto plazo es mi pierna y la manera de salir de aquí.
Tengo que dormir un poco pero siento pánico de que me acorralen estando indefensa.
¡Oh Díos mío!, no puede ser, pero creo que están aquí; ese olor lo reconocería en cualquier parte; se acercan y vienen a por mí.
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