Diada catalanomadrileña: felices con la derrota

Publicado el 13 mayo 2017 por Cronicasbarbaras

Quienes no son nacionalistas catalanes pudieron entender por fin esta semana el espíritu de la “Diada Nacional de Catalunya”, conmemoración de la derrota en Barcelona el 11 de septiembre de 1714 de la Casa de Austria como heredera de la Corona española.

Allí finalizó la Guerra de Sucesión, que durante casi tres lustros tuvo dividida España entre los que apoyaban a los pretendientes Borbón, y a los Austria.

Hasta este miércoles la Diada catalana, la derrota austriacista en Barcelona, era la única fiesta que, a modo de locura romántica, no conmemoraba un triunfo, sino un fracaso.

Pues acaba de nacer otra Diada con igual espíritu, con la presentación triunfal de una derrota: la del Atlético de Madrid, caído en la Copa de Europa ante la dinastía rival, la el Real Madrid, que en este caso sería la triunfadora Casa de Borbón.

Al finalizar el partido en el estadio propio --que se demolerá próximamente, lo que también es simbólico--, el entrenador atlético, Diego Simeone, que sería ahora el líder austriacista de Barcelona, Rafael Casanova, proclamó que más que satisfecho con este final, se sentía feliz con él.

Insistió muchas veces en ese término, “estoy feliz por la lucha de los míos, aunque perdieran”, mientras decenas de millares de socios atléticos expresaban igual sentimiento aclamando a sus futbolistas derrotados; posiblemente más que si hubieran triunfado.

“Perder, es sentir, es el amor y el alma. Este es el Atlético de Madrid”, gritaban eufóricos sus socios, como los nacionalistas catalanes el 11 de septiembre, tras haberle dado, eso sí, algunas tundas a los rivales.

Ahora entendemos la Diada, el románticamente derrotista nacionalismo catalán, hermano del del Atlético de Madrid, alias "El Pupas".

Amnistiado, Casanova sirvió hasta que murió en 1743 a los Borbón, como quizás haga Simeone algún día trabajando para el Real Madrid.

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